Oye, ¿por qué…? (Mc 2, 23-28)
Me da la sensación de que a veces somos tan picajosos como estos fariseos del Evangelio de hoy. Leo la lectura y me imagino la escena con unos fariseos aburridos y descentrados de su labor principal, pasando su tiempo atentos a Jesús. ¡Pero no atentos a su Palabra y con una actitud abierta al diálogo […]