A vino nuevo, odres nuevos (Mc 2, 18-22)
Está claro Padre que el mundo de hoy nos exige odres nuevos. Vivimos en una sociedad donde todo cambia muy rápido: las personas, las generaciones, los avances tecnológicos, las cosas de las que disponemos, la manera de entender el mundo, la escala de valores… Es un mundo cambiante.
A los católicos hoy se nos pide algo más que lo que se nos pedía hace años. Hoy no llega con ir a misa. Hoy no llega con ir a la catequesis. Hoy no llega con darle dinerito a un pobre. Hoy no llega con contarle a los hijos que hay que ser bueno, que hay que rezar por la noche… ¡Hoy se nos piden nuevas formas! Hoy ya no debemos ser «católicos por educación» o «católicos por tradición» sino «CATOLICOS POR CONVICCIÓN». Hoy debemos hablar menos y SER más. Hoy se nos pide que seamos convincentes con nuestra vida y no con nuestras palabras o charlas moralizantes. Hoy se nos pide que seamos CATÓLICOS QUE VIVEN CON RADICALIDAD EL EVANGELIO. Hoy se nos pide que no sólo le demos importancia a dar, que estar pendiente de uno es importante para dar un buen testimonio. Hoy se nos pide que los católicos seamos personas adultas, maduras, equilibradas, formadas, consistentes. Hoy se nos pide que dediquemos tiempo a nuestra construcción personal antes que dedicarnos a construir el mundo. Hoy se nos pide que seamos CATÓLICOS QUE TENGAN EN CUENTA EL ALMA Y EL CUERPO, que tengan una sexualidad integrada, que se cuiden externamente, que le den importancia a los espiritual y a lo corporal por igual por que yo no soy un alma más un cuerpo, yo soy alma y cuerpo a la vez. Hoy se nos pide que seamos CATÓLICOS VALIENTES, PROFETAS, que denunciemos, que critiquemos, que seamos capaces de luchar por algo mejor (incluso por una Iglesia mejor).
Ojalá Padre que nos des el don del discernimiento para que cada uno sepa buscar «sus nuevos odres». Ojalá Padre sepamos cantar un cántico NUEVO para alegría y buena noticia del mundo.
Un abrazo fraterno
Muchas gracias por estas palabras….
un abrazo fraterno!