Adviento 2013 – #Microrrelato día 2
Sé que no todo va como debiera ir pero me he acostumbrado a mi enfermedad. Lo peor es que estoy convencido de que ya no hay marcha atrás. No hay curación posible.
Sufro viendo cómo te dejas la vida por una recuperación improbable. Me desconcierta tu fortaleza. ¡Tú! ¡El débil, el pobre, el que no comía, el blancucho! Nadie daba un duro por ti y ahí estás… sin resignarte a la muerte, dando la vida por vivir.
Quiero tu fe. Yo también quiero creer.
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