Buscad continuamente su rostro (Salmo 104)
Necesitaba hacer un rato de oración, a olas. Aprovecho ahora que ya todos se han ido a la cama. Muchas veces pienso que me encantaría poder disponer de más tiempo para mi y poder ir a misa tranquilamente o orar en condiciones. Por ahora es imposible. Mi oración y mi encuentro con Dios pasa hoy por hoy por el cuidado y atención de mis hijos y mi mujer y de todo lo demás en lo que ando metido.
Me acabo de poner música de Taizé porque me ayuda a relajarme y a centrarme en lo que leo y escribo. Y me he encontrado con el salmo de hoy y me ha acariciado el corazón. Hoy no estoy para cartas de Pablo ni para pensar demasiado. Ya ves Señor, hoy me presento ante Ti dolorido, contracturado, un poco estresado, empequeñecido. Hoy es día de plegar alas para volverlas a levantar mañana. Y por eso busco Tu rostro, Tu palabra, Tu caricia.
El antiinflamatorio hará su efecto y mañana despertaré como nuevo. Pero hoy Señor, arrópame y cántame una nana. Lo necesito.
Un abrazo fraterno
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