Carta al Conseller d’Interior de la Generalitat, Sr. Saura
Respectat Sr. Saura,
llevo varios días con el deseo de escribirle encima de mi mesa pero la falta de tiempo no me ha permitido hasta este mismo instante poder sentarme con 5 minutos de «relax intelectual y físico» para gastarlos con usted. También he de decirle que, pese a ser catalanoparlante (la meva mare es de Badalona), le escribiré en castellano por dos razones fundamentales: la primera es que no sé escribir en catalán y la segunda es que el castellano es mi lengua madre y es, pues, la ideal para este tipo de misivas tan ricas en matices.
La semana pasada saltó usted a la palestra pública después de declarar en un programa de TV3 que usted era de la opinión de que había que legalizar todas las drogas. Luego matizó que eso no pretende facilitar su consumo sino luchar contra las mafias del narcotráfico. No está mal para ser Conseller d’Interior. Tampoco quiero sacar las cosas de quicio porque no soy un experto en la materia y porque, además, en un país libre y democrático como éste usted puede tener las opiniones que le parezcan oportunas. Otra cosa es que sea más o menos responsable decirlas pero ese es otro cantar…
Mi perplejidad va más por otro lado. Estoy confuso. Perdido. En un país convulso porque el vino está en el punto de mira del Gobierno, en el que fumar es casi delito, en el que uno ya está casi perseguido por pedirse una XXL en un Burguer King… en este pais, que un gobierno socialista e intervencionista en exceso pretende convertir en Vegetalandia (hasta que se demuestre que el exceso de zanahorias pigmenta demasiado la piel), ¡usted viene y dice que a legalizar todas las drogas! ¡¿Pero qué es esto?! ¡Es que yo no entiendo nada! ¿Esto de qué se trata? ¿De ser el azmerreir del resto de Europa? Porque a este paso lo vamos a conseguir Sr. Saura…
Y por último sólo decir que nunca el fin puede justificar los medios. Holanda legalizó hace muchos años la prostitución para acabar con las mafias. Todo legal. Pasearse por el barrio Rojo de Amsterdam y ver a aquellas chicas en los escaparates, vendiéndose como si fueran solomillos, es un espectáculo denigrante. Luchemos por acabar con la delincuencia sin sacrificar la dignidad de una sociedad. Creo que algo que no es moralmente bueno ni sano no hay que convertirlo en algo «normal». Es mi humilde opinión a la que seguro que hay muchos que contestarían que lo «moralmente bueno» es algo relativo y opinable. Pero con esos relativistas no vale la pena discutir ya que su capacidad intelectual, en muchos casos, es también relativa…
Un saludo
Ya que hablamos de dignidad social, hablemos en primer lugar de libertades individuales, de definiciones, de usos, de costumbres y de leyes.
Las hoy denominadas ‘drogas’, teniendo por estas las sustancias alteradoras de percepción o conciencia ‘ilegales’ tienen, en su mayoría, una antigüedad que data en miles de años. Su uso por parte de la humanidad ha sido algo común y casi implícito en todas las culturas durante cientos de años. En gran medida han contribuido al nacimiento de las religiones, no hay más que tener en cuenta la religión católica, cuyo objeto de sacrificio en las misas es la denominada ‘sangre de cristo’, o vino tinto para los profanos en la materia. Ha de saber también que en las misas primitivas era costumbre el ayunar varios días antes de la misa y que eran todos los participantes, no solo el orador, quienes lo tomaban junto con una torta de pan ácimo. Pero si cabe más significativa es la relación entre las civilizaciones precolombinas y la ingesta de diversas plantas alucinógenas como peyote y
hongos psilocibios. Algunos antropólogos van más allá y señalan a estos últimos hongos como la base de casi todas las mitologías y religiones del mundo.
En el mundo antiguo el consumo de diversas sustancias era tan común, estaba tan socialmente aceptado y generaba tan pocos problemas como lo pueden generar hoy día otras sustancias -también psicotrópicas- legales como el café, el paracetamol o la aspirina. Con el expandimiento del cristianismo y las persecuciones de la Insquisición, se persiguieron tales sustancias precisamente por su fuerte ligadura a mitologías y ritos pre-cristianos, basados en la naturaleza -y a mi punto de vista mucho más racionales que el cristianismo-, y por proporcionar una éxtasis a través de otros medios que no eran la oración, el sacrificio y la entrega a Diós -además, estas costumbres rara vez generaban éxtasis alguno, más bien lo contrario-, cosa que la Iglesia no podía permitir.
Ya en siglos más recientes, con el advenimiento del conocimiento científico y el nacimiento de las sociedades ‘libres’, el uso de estas sustancias volvió a la palestra científica con gran aceptación por parte de profesionales de la salud, artístas, escritores, incluso políticos. Hasta su ilegalización en los años 70, más a consecuencia de las revueltas sociales que de otra cosa, la psilocibina y el LSD estaban siendo utilizados en terapias psiquiátricas que daban mejores resultados que las terapias actuales cientos de veces -leer Historia General de las Drogas de Escohotado o Flashbacks del Dr. Timothy Leary, por citar algunas reseñas-.
Es con el expandimiento del poder estadounidense en la política mundial cuando, haciendo gala de su difusa barrera entre Ley y moralina presbiteriana barata, nos sumerge en la situación actual.
Nunca en la historia de la Humanidad se han consumido tantas sustancias psicotrópicas diferentes por un mismo grupo social. Jamás ha estado tan extendido entre la población y jamás, esto último irrefutablemente debido a su situación ilegal, las sutancias han sido tan adulteradas y han dado lugar a tantos sucedáneos nocivos como hoy en día. Jamás ha generado tanto dinero como hoy, ni a sustentado a mafias tan enormes como lo hace hoy día. También gracias a la ilegalización. Immanuel Kant dijo: ‘Los ignorantes jamás impedirán que los ilustrados tomemos drogas’.
La actitud paternalista representada por el Estado actualmente, el mezquino comportamiento del: ‘no lo toques, malo’, la influencia política de las mafias y la incompetencia de muchos sectores sociales nos ha llevado a una situación en la que el Estado se entromete en aquello que los ciudadanos ingieren de una forma u otra y cual es su estado psico-emocional, cosa impensable hace tan solo un siglo, en un mundo de hombres libres. Alguien sabio dijo una vez: ‘De mi piel hacia dentro comienza mi propia jurisdicción’. Ciertas tendrían que ser sus exageraciones sobre la intromisión del Estado en la alimentación de los ciudiadanos y sus costumbres. Debería prohibir el vino y el tabaco, los humos contaminantes, las microondas, los móviles y la comida enlatada. Al menos tendría el consuelo de que el Estado, aunque entrometido, vela por mi salud, en lugar de pensar que se trata de una persecución sistemática de las libertades individuales y de la más importante de las libertades: la de conciencia.
Totalmente de acuerdo contigo Jorge.
Yo también creo que con la legalización de las drogas no augmentaria el consumo entre la población, sino que se terminaria con toda la red de mafias explotadoras y temibles que subministran, transportan y venden las drogas.
Salut!
hola que tal e cnsumido una que otra droga y es sierto estos comentarios sabios , se legalise o no seguira siendo consumida por infinidad de gente, pero las mafias ya no aran su negocio como asta en estos momentos.
mucha gente reflexionara y al ver las consecuencias y en lo que les afecta a los demas la evitaran no puedo desir que con el tiempo no se consumiran mas las drogas pero la gente se dara cuenta de todo, aparte de que pues la gente no se escondera para aserlo y quieras o no eso es lo ineresante de el consumo el suspenso el que pasara .
La legalisacion sera lo mejor por que digamos por un momento para algunos sera la novedad pero para otros no o bien ya ara pasado …
es de reflexionar ete tema.
soy de mexico y a qui pasa lo mismo por que no legalisarla
es bueno que exista gente reflexiba la verdad yo usmeando estas pagina encotre este doc y me parecio bien yo pense que existiamos poca gente con esta perspectiva …
A los señores Mossos D’esquadra
Ayer 16 de abril, ibamos mi padre y yo por la autopista dir. Mataró, y dimos un aviso de un camión que estaba cometiendo una serie de imprudéncias y embistiendonos, no solo a nostrostos sino al que se le cruzaba por delante. Después de advertir que iba a coger el peaje de Vilassar cuando aún ibamos por Montgat, los sres. Mossos no aprecieron.
Volvemos a llamar 2 veces y su respuesta fué: Es su palabra contra la suya, de eso se encarga tránsit.
Bien sres. me gustaría hacerles una pregunta, ¿realmente un peligro en la carretera no es importante? Eso sí para pegar a estudiantes, enseguida; pero para un aviso importante como es un peligro en la carretera mira la respuesta que dan. ¿Y se suiguen considerando un buen cuerpo de policía? Gracias por no preocuparse por la seguridad del tráfico.
ioo ee probaadoo tdoo esooo :DDD,
saaa bieen buenoo , mee faltaa laa moorrfinaaa :))),
i chee bolaa dee mitoteross qee lees balgaa loqee pase , mientras n lee spase nadaa aa ustedeess ¬¬*,
conformeensee con eso qee noo =??, aadioss (K),