Molestos porque enseñaban al pueblo (Hechos 4, 1-12)

El que enseña, molesta.

El que anuncia la verdad, molesta.

El que clama por la libertad, molesta.

El que se revuelve, molesta.

El que no traga con todo, molesta.

El que levanta la mano, molesta.

El distinto, molesta.

El que es capaz de dar su vida por amor, molesta.

El que no se calla las injusticias, molesta.

El que despierta en los otros la esperanza, molesta.

El que cuestiona el sistema, molesta.

HOY MÁS QUE NUNCA NECESITAMOS PERSONAS DISPUESTAS A SER MOLESTAS, DISPUESTAS A NO VIVIR CÓMODAMENTE, DISPUESTAS A JUGARSE LA VIDA POR LA VERDAD, EL AMOR Y LA LIBERTAD.

TRAGAMOS Y TRAGAMOS Y TRAGAMOS… ¡INDÍGNATE! ¿HASTA CUÁNDO?

¿Y YO?… CADA VEZ CON MENOS MIEDO Y CON MÁS DETERMINACIÓN.

Un abrazo fraterno

Encuentro de bloggers en el Vaticano

Se acaba la semana y tengo por delante algo inimaginable hace apenas 2 semanas. El domingo embarcaré en un vuelo de Alitalia que sale a las 6:00 de Barajas con llegada prevista a Roma- Fiumicino a las 08:25. Comienzan 3 días de los que es difícil hacer una previsión y que se irán construyendo hora a hora, minuto a minuto.

He sido convocado al “Palazzo Pío X” en la entrada de “Via dell’ospedale”; que es una transversal de la “Via della Conciliazione n.5”; el lunes 2 de mayo para participar en el primer encuentro organizado por la Iglesia con bloggers de todo el mundo con el objetivo de reflexionar juntos sobre posibilidades y estrategias a la hora de Evangelizar a través de las redes sociales que Internet pone a nuestra disposición. La sopresa fue mayúscula al enterarme y llevo dos semanas mentalizándome y preparándome. Llega el momento.

He ido contactando con algunos de los bloggers que vamos a compartir el encuentro, sobre todo con los hispanohablantes y en especial con los españoles. También estará junto a mi Dani Pajuelo, ¡ya nos conocemos!, así que no voy sin conocer a nadie, cosa que también da mucha más seguridad. Los que me conocéis sabéis que independientemente de lo que dé de sí el encuentro en cuanto a contenidos y consecuencias, para mi es una oportunidad privilegiada de conocer a personas muy interesantes, establecer contactos y abrir ventanas y puertas que uno no sabe adónde le pueden llevar.

El Espíritu sabrá si debe salir algo que valga la pena de este viaje a Roma. Yo, por lo de pronto, conozco a uno que en Roma encontró la manera de servir a Dios, ¿verdad Calasanz?. Vamos allá.

Utilizaré el blog durante estos días para ir contando todo lo que pasa en el encuentro e iros adjutando fotos e impresiones.

Un abrazo fraterno

Les abrió la inteligencia (Lucas 24, 35-48)

Cuando uno se pone de cara a Jesús resucitado es capaz de leer su vida bajo otra perspectiva. De ésto seguro que muchos tienen la experiencia. Lo que para muchos es una vida sin más, una serie de pasos casuales y circunstancias aleatorias… para los que creemos en Jesús y lo hacemos presente en nuestra vida… todo tiene como una especie de sentido, todo sigue una especie de guión no escrito pero sí misteriosamente coherente…

Siempre ha sido una de las cosas que más me ha costado entender: cómo es posible que exista libertad y que a la vez Dios vaya haciendo algo con nuestras vidas. Son muchas las vueltas que le he dado a lo largo de estos años sin llegar a explicaciones demasiado científicas o bien estructuradas racionalmente. Pero sí lo he experimentado. Sí he experimentado esa libertad a la hora de tomar decisiones y esa sensación de ir llegando a lugares donde se me esperaba y cruzarme con personas con las que debía cruzarme.

Lo mejor es que Jesús me permite hacer esta lectura de mi vida, lectura que le da sentido y profundidad.

Un abrazo fraterno

Te doy lo que tengo (Hechos 3, 1-10)

¡Buf! ¡Qué bien funcionaría el mundo si cada uno de los que lo habitamos diéramos lo que tenemos, sólo eso. Todos tenemos algo que dar, algo que aportar. Y el secreto del milagro es que uno esté dispuesto a gastarse todo en el juego con otros. Hay riesgo, es verdad, no lo voy a negar pero aquellos que nos consideramos seguidores del Maestro sabemos que Él nos prometió el ciento por uno. ¿Le creemos?

Plantearse la vida desde aquí, por muy difícil que parezca,se convierte en un camino sencillo y libre de preocupaciones. Uno da y se juega la vida por el Evangelio y espera que el Señor le cuide también: «Luchad por el Reino y lo demás se os dará por añadidura«.

La escena de Pedro y Juan ante el paralítico nos muestra además la fuerza del Resucitado. Aquellos que se han encontrado con Jesús resucitado han entendido todo esto y aquello que les daba miedo lo afrontan ya con valentía y si antes se escondían, ahora salen a los caminos y son capaces de curar parálisis en nombre de Jesús. ¿Y todo por qué? POR DAR LO QUE UNO TIENE. ¿Qué tienes tú que puedes dar? Pequeño, grande, poco, mucho… da igual… DÁLO.

Un abrazo fraterno

Les contó lo que Jesús le había dicho (Juan 20, 11-18)

La experiencia de Jesús resucitado tiene que ser contada. El «ve y di a mis hermanos» es algo que va unido a fuego al encuentro con el resucitado. Es que no puede ser de otra manera.

A veces da un poco de reparo anunciar estas cosas a aquellos que sabes que no entienden nada de lo que les estás diciendo pero hay que hacerlo. No soy quién para decidir el fruto ni el momento y sólo tengo en mi mano sembrar y dar testimonio de mi vida. Algo que intento tener muy presente en mi apostolado es que no se trata de convencer sino de testimoniar. No es lo mismo. Mi tarea, como creyente, como seguidor de Jesús, es ser testimonio vivo de su presencia en mi, de sus milagros en mi vida, de su obra… tengo que hacer pública de alguna manera mi vida a la luz de Cristo. Tienen que ver quién soy, qué valores sostienen mi vida, qué decisiones tomo, qué priorizo, cómo es mi familia, qué vivimos, cómo educo a mis hijos, adónde vamos, cómo vivimos unas vacaciones… pero sin decir ni una palabra, sin levantar la mano, sin creerme más que nadie, sin creerme espejo para nadie… sino simplemente mostrando que a mi, vivir según el Evangelio, me hace feliz. No es fácil ni siquiera explicarlo como lo siento.

El próximo 2 de mayo estaré en Roma en el encuentro mundial de bloggers. Es una manera en los días que corren de dar un poquito de testimonio, ciertamente condicionado pero no por ello inválido. Para mi al menos es un empujón importante. Soy un humilde blogger sin especiales pretensiones pero consciente de que aquí también debo estar.

Un abrazo fraterno

Salió a su encuentro (Mateo 28, 8-15)

Jesús Resucitado sale al encuentro, me aborda en el camino. Lo dice el Evangelio y yo lo creo así y además lo compruebo en mi día a día. Jesús Resucitado me busca en mis tribulaciones, en mis aflicciones, en mis cansancios y en mis deseperanzas y me grita: «¡Santi! ¡Estoy vivo! ¡La muerte ha sido vencida! ¿Por qué lloras?»

Pese a ir a la Vigilia y acostarme pasadas las 4:30 de la madrugada, ayer me levanté para ir con Esther y los niños a la misa de Pascua a la parroquia. No podíamos faltar después de haber vivido con los niños el Jueves y el Viernes. Tenían que ver que el ciclo se cierra, que hay un Cirio que preside y que lo ilumina todo y que el blanco vuelve a presidir altares y casullas… Mi sorpresa fue que no fuimos solos. Nos acompañó nuestro vecinito, de casi 5 años. Su madre había hablado con nosotros el día anterior y nos había preguntado si alguna vez podía venir a misa con nosotros porque como ve ir a Inés y a Álvaro… él también quería ir… Su madre acudió a nosotros ya que a ellos no les van estas cosas y pensaba que nosotros sí podíamos saciar su curiosidad… Así que allí nos fuimos los 6. Él lo preguntó todo: ¿Qué son esas velas? ¿Quién es ese que está ahí colgado? ¿Quién es esa figura? ¿Por qué se echan monedas en esta bolsa?… Y fue bonito ver a Álvaro enseñándole «las cosas de misa».

Dios está vivo y sigue saliendo a nuestro encuentro, buscándonos, proponiéndonos, queriéndonos, acompañándonos… ¡Ha resucitado! ¡Id y contadlo!

Un abrazo fraterno

PASCUA DE RESURRECCIÓN

Acabo de llegar de la Vigilia Pascual con los jóvenes que se juntaron estos días en Getafe un año más. Un año más vibré con ellos, con mucha gente a la que quiero. Vibré con esos cantos que, no por sabidos, dejan de ponerme los pelos de punta y de infundirme mucha, mucha energía en esta Fiesta.

Dios vive, sin duda. Dios vive en mi, lo siento. Dios vive a mi alrededor, lo huelo, lo oigo, lo toco… En las risas de mis niños, en sus progresos, en sus batallas, en sus abrazos… Vive en Esther y en su capacidad para entregars, para vaciarse, en sus cuidados, en su amor… Vive en mi comunidad, en la palabra de los hermanos, en su apoyo y su vida compartida conmigo… Vive en la Escuela Pía, en su oportunidad, en sus personas con nombres y apellidos, en su carisma intacto… Vive en el olor de las flores y la humedad del ambiente. Vive en la lluvia y en el sol que me roza la piel. Vive en la naturaleza, poderosa. Vive en la entrega de muchos por muchos. Vive en la esperanza de otros. Y en la enfermedad sobrellevada de otros cuantos. No se esconde. Habla. Se aparece continuamente.

Dios hoy coge mi historia y la recrea, una vez más. Dios hoy me grita que me AMA. Jesús RESUCITA HOY.

Un abrazo fraterno

VIERNES SANTO: Tú eres mi Dios

Recuerdo que mi madre no me dejaba poner música en casa cuando yo era pequeño el día de Viernes Santo. También recuerdo los silencios de muchos Viernes en muchas pascuas juveniles y los hermosos Via Crucis pertrechados de guitarras cantando el «Pueblo mío, qué te he hecho…»… Hace años era el día que menos me gustaba de todos los oficios pero con el tiempo y con la maduración de mi fe, con la experiencia de vida real, de sufrimientos y dificultades, he ido saboreando la Cruz de hoy.

La Adoración de la Cruz en la celebración de hoy es uno de los gestos que soy capaz de cargar de más significado de todos los que realizo durante el año. Normalmente no la beso sino que me postro ante ella y de una manera u otra repito lo que dice hoy el Salmo: «TÚ ERES MI DIOS». Tú, el crucificado. Tú, el vencido. Tú, el azotado. Tú, el abandonado. Tú, el fracasado. Tú, el que me salva y convierte una herramienta de tortura en un árbol de salvación. Tú, el que me muestra el camino hacia la Vida. Tú, el que a partir de ahora me acompañará en mi propia cruz. Tú, el que viniste y me amaste hasta el fin.

Un abrazo fraterno

JUEVES SANTO: Para que hagan lo mismo

El día de Jueves Santo es uno de los días que más disfruto de la Semana Santa. Antes más. Con los años se ha ido equilibrando y he ido descubriendo la belleza y el calado del Viernes. Pero el Jueves tiene una celebración preciosa, con signos llenos y plenos, con el Amor como centro. Es el día del servicio, de la comunidad, de la fraternidad, del sacerdocio… pero todo esto ¿en qué lo traduzco en mi vida? Porque hay palabras que son muuuuuy grandes…

Siempre resumimos el signo de Jesús del lavatorio como un servicio, estar al servicio. Yo creo que es más que eso. Y más complicado. Por ambos lados de la escena. Es tomar la iniciativa y estar dispuesto a abajarte, a enmarronarte, a lavar lo más sucio del otro, a acoger aquello «que no huele bien» del hermano que tengo enfrente, lo que menos me gusta… Y el otro debe dejarse claro, saberse sucio, apartar orgullo, sentirse acogido y perdonado… No es sencillo. Y menos cuando te crees que estás muy arriba. A mi a veces me pasa: me creo tan arriba que abajarme hasta ahí, hasta donde Jesús… ufff…

Y a mi particularmente siempre me ha impresionado y encogido otro escenario: GETSEMANÍ. Es el momento de la quiebra, del terror, de la tentación, del no tener claro para qué, del hacerse consciente de las consecuencias… y de, con todo eso, ser fiel a una misión y poner toda tu confianza en Dios, en la total oscuridad. Es una noche especial. Es una noche en que todo el sentido de una vida debe pasar por delante de los ojos.

Porque al final Jesús lo dejó bien claro: TODO ESTO ES… PARA QUE HAGÁIS LO MISMO.  ¿Lo hago?

Un abrazo fraterno