Mucha paz tienen los que aman tus leyes (Sal 188)

El día no ha sido bueno. mucho trabajo y una mala noticia, mala y triste. Pero veo que las cosas las afronto de otra manera. Es cierto lo que dice el salmo: los que siguen al señor, los que le aman y se sienten amados por Él, afrontan la vida y sus circunstancias con un poquito más de paz. Yo ayer la tuve y la tengo hoy. Tengo preocupaciones como todo el mundo y la situación actual me genera cierta inquietud pero… confío. Creo que es un don. Confío. No sé si es una aspiración infantil, un autoengaño, un… creo que no, que es algo más profundo que me mueve y sostiene mi vida, mis proyectos y mis decisiones.

Mucha paz para todos.

Un abrazo fraterno

¿Por qué no pudimos echarlo nosotros? (Marcos 9,14-29)

Es verdad que la afirmación del padre del niño endemoniado del Evangelio de hoy tiene mucha miga: «Tengo fe, pero dudo. Ayúdame». Pero me ha llamado más la atención la conversación final de Jesús con los apóstoles. Me imagino su «cabreo» por haber intentado echar a ese espíritu inmundo y no haberlo conseguido y presenciar después cómo el Maestro lo hacía «en un pis-pas». La respuesta de Jesús me aporta hoy mucha luz: «… sólo puede salir con oración». Dicho con otras palabras: la vida espiritual, interior, de uno debe ser rica y cultivada. Yo no creo que se trate tanto de tener fe en plan «me lo creo, me lo creo…» sino de vivir desde Dios, vivir con Dios dentro de uno, vivir como Hijo, vivir sano, consciente, humilde, fuerte en el Señor… Y Jesús pone a la oración como alimento fundamental de esta vida interior y espiritual; el silencio en el monte, la soledad, como ingrediente básico para tener un buen tono muscular espiritual. Yo lo intento día a día. A veces lo consigo y a veces no pero sigo luchando con la ayuda del Padre, de mi comunidad y de mi familia.

Un abrazo fraterno

Los que le tocaban, se ponían sanos (Marcos 6, 53-56)

Jesús sana, sin duda. No es una cuestión de magia. Leo el Evangelio de hoy y me encuentro con personas que quieren poner su vida delante de Jesús, que quieren que Jesús intervenga en sus vidas y en sus sufrientes existencias. Y no quieren sólo verle o escucharle sino que quieren ir más allá: quieren tocarle en lo profundo, mojarse con Él, romper las barreras y entrar en contacto con Dios mismo. Y sanaban.

Hoy en día sigue habiendo mucho sufrimiento y muchas personas no saben que en Jesús pueden encontrar la sanación. No porque haga ningún truco mágico sino porque la vida que Él propone para cada uno lleva a la felicidad propia y ajena.

Y también saco otra conclusión atrevida: también se da a la inversa. En aquello que he descubierto que me hace bien, que me sana, que me centra, que me hace feliz, que me eleva, que me pone en contacto con lo que soy… en eso, VIVE JESÚS. Por ejemplo en este magnífico Violin Concerto in D major Op.35 : I Allegro moderato de Tchaikovsky.

Un abrazo fraterno

No una túnica de repuesto (Marcos 6,7-13)

Sigo en la cama, con fiebre pero he podido leer las lecturas aunque siga sin poder decir ni profundizar demasiado. Cojo este trocito del Evangelio. Me gusta. Vivir sin cubrirse las espaldas. Con Dios.

Un abrazo fraterno

Salmo 23

Siento no estar para mucho. Estoy en la cama con fiebre y tiritona y una tos de mil demonios. La niña con comienzo de neumonía. Esther cayendo en las redes… En fin… Que hoy pongo delante del Señor nuestra debilidad y os dejo este salmo 23 por Juan Luis Guerra.

Talitha kum (Marcos 5, 21-43)

El día ha terminado con una muy mala noticia, una noticia que me llena de tristeza. Sólo puedo ponerme en oración y pedirle al Padre por aquellos que ahora mismo están sufriendo una situación de dolor supremo, de desgarro total.

Cuéntales (Marcos 5, 1-20)

¿Qué ha hecho el Señor conmigo? Buena pregunta al comienzo de esta semana… ¿Qué ha hecho el Señor conmigo? Mirando atrás sólo puedo decir que el Señor me ha cuidado siempre y me ha ido curando y guiando con su mano amorosa. No voy a ponerme a relatar todo lo que el Señor hizo desde que mis padres me soñaron pero es, sin duda, mucho. Hasta hoy. Y mucho que queda por hacer.

Las luchas permanecen y, como el endemoniado, a veces hay combate en mi interior pero el Espíritu va ganando terreno y con Él la paz y la fe en mi corazón. A vecestengo la sensación de que el Señor espera mucho de mi y que estoy destinado y preparado para grandes cosas. Otras veces pienso que es mi soberbia la que me exhorta a tener esas sensaciones y que es en lo pequeño donde el Señor quiere que contruya pacientemente… A veces pienso que tengo tanto por hacer que el Señor me regalará una vida laaaarga y otras veces tengo la sensación algo angustiosa de que me moriré no demasiado mayor aunque dejando una vida bien aprovechada tras de mi…

En fin… Todo eso puedo contar y cuento siempre que puedo. Ahora llega en breve el bautizo de Juan, el pequeño de mis herederos, y sé que la celebración contará mucho de lo que soy, se lo que somos y de lo que esperamos a todo aquel que decida acercarse. Sin pretensiones pero sin complejos.

Un abrazo fraterno

Pon tu vida en las manos del Señor (Salmo 36)

Gracias a Dios mi vida no está en manos de Zapatero ni de ningún gonierno. Mi vida y su éxito no está en manos de las pensiones que cobraré dentro de 35 años. ¿Las cobraré? Mi vida no se sustenta en lo que hoy llevamos puesto ni en lo clave que resulta internet en los tiempos que vivimos. Por suerte mi felicidad y el buen final de mis días no van a depender de decisiones de otros…

Miro a mi familia. Miro a los ojos de Esther y veo plenitud y capacidad de lucha y esfuerzo, amor y vida entregada. Escucho las preocupaciones de Álvaro porque sus amigos no le pasan el balón jugando al fútbol en el patio. Descubro la ternura y buen hacer de Inés para cuidar a su hermano pequeño. Acaricio los mofletillos del pequeño Juan y me asombro de su gran pequeñez. Me miro al espejo y veo mis sueños intactos con menos pelo y más kilos pero con un camino andado y muchos por andar. Y entonces miro las hipotecas y los bancos y los pensionazos y los posibles candidatos del PSOE y las riñas entre Mourinho y Valdano… y me doy cuenta de que todo eso, y con perdón, me la pela un poco…

Mi garante es Dios mismo. Él no especula. Me cuidará en mi vejez y me ayudará a sacar a mi familia adelante. Él me regala cada día y me enseña a disfrutar de los buenos momentos. El resto… no me interesan…

Un abrazo fraterno

No abandonemos la costumbre de asistir a nuestras asambleas (Hebreos 10, 19-25)

Esta «costumbre» se ha perdido completamente. Las iglesias están cada vez más vacías. Esto es una realidad. Muy pocas son capaces de mantener sus bancos llenos en las celebraciones dominicales. Muy pocas tienen a sus miembros implicados en las tareas parroquiales. Hebreos 10, 19-25

En realidad creo que se ha perdido el sentimiento de asamblea, de comunidad. Hoy casi la gente va a que le expidan el sacramento pero no vive la parroquia como centro de su pertenencia a la Iglesia. Nos hemos alejado demasiado de la vivencia que mantuvo a los primeros cristianos unidos y apasionados por Jesús. Y luego todo aquello que no depende de nosotros: la sociedad en la que vivimos actualmente ha perdido espiritualidad, religiosidad, compromiso, consciencia…

Mi familia y yo seguimos asistiendo. Permanecemos y participamos.

Un abrazo fraterno