Les acompañarán estas señales (Marcos 16, 15-18)

El otro día entre en el Sephora de Sol a comprar un perfume para regalárselo a una persona especial. Me encanta entrar en Sephora porque es una perfumería grandiosa y bien puesta que te invita a disfrutar el rato que allí estás. Y me gusta más romperme la cabeza y la pituitaria buscando una fragancia, un perfume, que cuadre con la persona que lo va a llevar. Porque la fragancia que uno deja a su paso es importante…

Y me viene esto a la cabeza porque el Evangelio de hoy nos recuerda algo que tiene que ver: a los seguidores de Jesús nos acompañan una serie de señales, una fragancia que se queda a nuestro paso… Eso debería pasar al menos porque sería desesperanzador y dramático descubrir que nada sucede por donde pasamos.

Un abrazo fraterno

El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás… (Mc 3,22-30)

En la oración de mi comunidad de hoy mi hermano Felipe resaltaba ese final: «… no tendrá perdón jamás». Cuesta asumir eso en boca de Jesús. Cuesta asumir que hay «algo» que no será perdonado por ese Padre amoroso tan comprensivo y que tanto me quiere… ¿Será tan importante eso de ir contra el Espíritu? ¿Será tan importante eso de ir contra la verdad sabiendo que es verdad? ¿Será tan importante eso de hacer pasar por malo algo que sabemos que es bueno? ¿Es tan malo? ¿Es tan malo cerrar los ojos y pasar de Dios, no querer ser amado ni perdonado? ¿Es tan malo ir contra el Dios que sopla en todas partes y que existe en toda persona; contra la Verdad que se manifiesta allá donde le place?

Parece que sí.

Yo mientras me preparo para ver mañana en el cine «De dioses y hombres», de la que os dejo el trailer. Creo que el Espíritu es actor protagonista… Dejaos poner los pelos de punta con la 7ª de Beethoven…

Un abrazo fraterno

Nuevo (Marcos 2, 18-22)

Cuando Jesús habla del novio y de lo nuevo en este pasaje esta hablando de algo nuevo en profundidad… No es algo «tonto» lo que estaban planteando pues la tradición y el rito del ayuno estaba bien instaurado. Él viene a traer un aire fresco, un Espíritu libre que sobrepasa los ritos, determinadas tradiciones… las supera todas.

La Iglesia de la que formo parte y a la que quiero no siempre facilita esta novedad… A veces siento que seguimos limitándonos mucho el espacio de juego y de fe y que todo lo que se sale de nuestros ritos, de nuestras tradiciones, de nuestras formas y nuestros principios tradicionales es mirado, antes de nada, con cierto recelo, con temor… Creo que nos asusta un poco eso de los odres nuevos y que, desde luego, estamos lejos de la frescura y la alegría que transmite Jesús cuando lees este pasaje. Hay mucho camino que recorrer todavía para alejarnos de esa idea de que aceptar lo nuevo es claudicar, vender nuestros principios morales y diluirnos en la masa… Nada más lejos de la realidad: CRISTO siempre es nuevo. Pongamos a CRISTO en el centro y dejemos al Espíritu moverse libremente.  que Dios obre los milagros.

Un abrazo fraterno

Lo contaremos a la futura generación (Salmo 77)

Yo les hablo a mis hijos de Dios, de Jesús, de la Virgen, de Calasanz, de madre Paula… Y leemos las historias de Jesús y de Calasanz en unos libros ilustrados que tenemos. Y hemos visto ya alguna fracción de alguna película que trata este tema… Y rezamos juntos y bendecimos la mesa y hacemos la Corona de Adviento y ponemos el belén en Navidad y vamos a misa a la parroquia…

Estoy convencido de que la fe y el camino que lleva a Dios es absolutamente personal y que cada uno de mis hijos tendrá, en un momento dado, que sacar sus propias conclusiones, hacer su propia síntesis, extraer sus propias conclusiones, amar a su manera y elegir su propio camino per también estoy convencido de que si mis padres no hubieran hecho conmigo lo que hicieron yo no habría hecho todo lo que anteriormente dije.

Vivo con gozo y alegría todo esto. Y con más gozo sabiendo que no soy el único que lo hace con mis hijos. Tenemos una familia, una comunidad, un entorno… que ayuda. Doy gracias a Dios.

Un abrazo fraterno

No endurezcáis el corazón (Hebreos 3,7-14)

Creo que es de lo peor que te puede pasar: que se te endurezca el corazón. Me da cosa sólo pensarlo… Qué triste… Es como morir… Ver a los que lloran y no llorar con ellos. Ver a los que ríen y no reir con ellos. Ver a un niño y que no te saque una sonrisa. Ver a un anciano y que no te provoque ternura y agradecimiento. Mirar a un pueblo como Haití y permanecer inmóvil pensando qué compro en las rebajas. Asistir al fracaso de un suicidio, de un divorcio, de un aborto… y no ir más allá, intentar sentir y descubrir qué ha fallado… con las personas en medio…

Dios habla aunque muchas veces pensemos que está en silencio. Dios nos zarandea… no nos quejemos. Dejémonos despeinar, mojar por la lluvia, sentir el viento, llorar a rabiar de pena… dejémonos… ¡permitámonos! hacer lo que nos pide el corazón y el estómago.

Un abrazo fraterno

Lo coronaste de gloria y dignidad (Salmo 8)

El salmo proclama la gloria y la dignidad del hombre y de la mujer, de los que dice que han sido creados poco inferiores a los ángeles. Y me da pena leer esto. ¿Por qué? Porque hoy, en el siglo XXI y sin irme demasiados kilómetros fuera de Madrid, descubro hombre y mujeres a los que se les han arrebatado la gloria y la dignidad. Hay personas solas y olvidadas; durmiendo en la calle, sucias… Hay enfermos a los que nadie quiere tocar y otros que se ven obligados a hacer cosas que nunca imaginaron para dar de comer a sus hijos o tener algo que llevarse a la boca.

La sociedad del bienestar es también la sociedad del consumo, de la barbarie, del extremo, del hedonismo, de la inconsciencia, del derroche…

Tal vez algunos estamos llamados a restituir la gloria y la dignidada aquellos que no la tienen. dame fuerzas Señor para ello.

Un abrazo fraterno

Arrepiéntanse y crean en el Evangelio (Marcos 1,14-20)

Hoy ha habido un nuevo comunicado de ETA. Para todos los españoles, vivamos o no vivamos en nuestra tierra, ETA ha sido la causante de los mayores daños personales y comunitarios de los últimos 35 años. Hoy han vuelto a enfundarse los capuchones blancos cargados de sangre para decirnos que declaran un alto el fuego, uno más. Hoy la Palabra de Jesús es clara: arrepiéntanse y crean en el Evangelio. No hay otro camino. No hay otra manera de llegar a la paz con uno mismo y con el prójimo.

Creer en el Evangelio es creer en Jesús, es creer que es posible, es creer en una manera de relacionarse con Dios, es creer en una manera de amar al hermano, es creer que se pueden sanar enfermos y curar heridas, es creer que los ciegos pueden llegar a ver y los cojos andar, es creer que vale la pena darlo todo por amor… Creer en Jesús es no poner condiciones, es tender la mano, es perdonar, es mirar a los ojos y ver a un hermano, es envainar la espada…

A ETA sólo le queda desaparecer. Todo lo demás no sirve. A los demás nos toca seguir abonando el mundo y nuestra vida para propiciar la reconciliación y la justicia.

Un abrazo fraterno

Una luz les brilló (Mateo 4,12-17.23-259

Jesús siempre interpela. Sin hacer nada «especial». Cada gesto suyo, cada decisión, cada actitud… forman parte de un estilo de hacer las cosas y de una absoluta certeza de cuál era su misión en el mundo. En este pasaje lo vemos a la vuelta de los 40 días de desierto. 40 días de retiro, de enfrentamiento consigo mismo, de tentaciones, de soledad… A su vuelta toma una de las primeras decisiones tras su bautizo: ir a tierra pagana.

A veces me da la sensación personal que seguimos siendo un poco «estufa» nosotros los cristianos y que seguimos esperando que «los otros» vengan, se acerquen a nosotros y llenen nuestras iglesias enfervorizados por el mensaje del Cristo en el que creemos… Jesús no espera, no les llama, no lesexhorta, no les critica… JESÚS va. Jesús va a la oscuridad, adonde las personas necesitan luz, necesitan una buena noticia; allí donde hay heridos y enfermos. Porque sino… ¿qué sentido tiene todo esto?

En este comienzo de año, inmersos en un momento de tremenda oscuridad y rodeado de mucha gente herida y con dificultades, me siento llamado a ser buena noticia, a proclamar la esperanza del Evangelio.

Un abrazo fraterno