¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno? (Mt 20,1-16)

¡Qué pregunta más brutal de Dios!

Y yo creo que la respuesta es que sí. En el fondo muchas veces me fastidia esa justicia de Dios de dar a todos por igual y querer a todos por igual cuando unos «somos mejores» que otros. Pero creo que tampoco es una ira exhacerbada la que me provoca. Pero sí percibo en muchas personas y ámbitos de la Iglesia esa obsesión por «jugar a Dios» y decirle quién lo hace bien y mal, quién es bueno y malo y dónde debe mandar a cada uno. Son los mismos que no soportarían ver a Jesús entre prostitutas, recaudadores, romanos, fariseos, pecadores…

A veces me da la sensación de que lo que menos hemos aceptado en el subconsciente de nuestra fe es que Jesús ha venido a por los pecadores. Ellos son su razón de ser. No viene a ensalzar a nadie, ni a poner medallas, ni a dar palmaditas en la espalda… Viene a sanar, a salvar, a acompañar, a suscitar, a cambiar, a romper cadenas, a quitar cargas… que, por cierto, otros nos dedicamos a poner.

Un abrazo fraterno

¿Por qué nos ha venido encima todo esto? (Jc 6,11-24a)

Hcae poco tenía con mi madre una conversación acerca de si era lícito quejarse a Dios y decirle lo injustas que eran muchas situaciones. Mi madre sostenía que no se podía clamar a Dios de esa manera, pidiéndole cuentas por tantas y tantas injusticias; no se le dice eso a Dios. Yo le expresaba que, desde el amor que le tengo, en confianza, hay momentos en que es legítimo elevar una queja al Padre cuando las situaciones son tan… dramáticas, tan… desalentadoras para muchas personas.

En la palabra del AT de hoy vemos una conversación plena de confianza. Y hay un POR QUÉ. Porque no entiende. Porque no ve. Porque no acepta. Porque no comprende. Porque no le cuadra… por lo que sea. Pero estoy seguro que Dios también entiende nuestras quejas. Y sae responderlas.

Un abrazo fraterno

Perecían por sus culpas (Sal 105)

Es verdad que la imagen de Dios del AT es, muchas veces, un tanto alejada de la que luego Cristo nos trajo con su vida. También la sociedad era otra, el pueblo otro, otros los que escribieron los libros y otra la manera de percibir a la divinidad. Las lecturas de hoy nos presentan no sólo a un Dios celoso sino vengativo y justiciero (que no justo) con aquellos que deciden no adorarle sólo a Él.

Mi lectura de la Palabra de hoy es un tanto más personal. No creo que Dios me envíe maleficios y me haga budú cuando me separo de Él pero sí creo que cuando mi fe se destensa, cuando me alejo del Padre, cuando abandono mi centro y ya no me muevo por aquello que me vivifica… las cosas empiezan a salir mal. No es Dios que se esté vengando sino una consecuencia lógica de plantear la vida desde unos parámetros que son la antítesis de aquellos que un día descubrí que me hacían feliz.

Por eso me quedo con estas palabras del Salmo: perecían por SUS culpas. No es Dios quien nos condena sino que todo es consecuencia de nuestros actos.

Un abrazo fraterno

Donde dos o tres están reunidos en mi nombre… (Mt 18,15-20)

Estos días lo comentaba con mi mujer. Las estadísticas dicen, es noticia en los telediarios de cada verano, que la época estival trae consigo un buen número de divorcios y conflictos familiares de menor o mayor gravedad. El estar juntos tanto rato parece que lleva a las personas a darse cuenta de que, en el fondo, se soportan poco y que la relación va mucho mejor cuando no existe. A nosotros, bien nos va, nos pasa lo contrario.

Estamos aprovechando muchas noches para hablar. Para hablar de nosotros y de nuestros proyectos e ilusiones. Nos cuidamos, nos mimamos y discutimos mucho menos que el resto del año. Se ve que nos pasa lo contrario que a la gente. A nosotros vernos y descansar juntos, el uno en el otro, nos viene de perlas. Lo que nos mata es el stress invernal y laboral.

Me alegra descubrir esto y me alegra descubrir en la Palabra de hoy que Dios está en nuestros encuentros, en nuestros proyectos, en nuestras largas conversaciones sobre la idoneidad o no de apostar fuerte en la vida… Dios está en la luna que mirábamos juntos anteayer y las risas nerviosas que nos surjían hablando de futuro.

Si Dios está, nada temo.

Un abrazo fraterno

Tu Dios avanza a tu lado… (Dt 31,1-8)

… no te dejará ni te abandonará.

No hay mucho que comentar de esta Palabra. Tal vez sea una de esas que grabaría a fuego en una Biblia mía, o en un cuaderno… o de esas que marcan una manera de vivir… una luz para vivir la vocación personal.

YO ESTO ME LO CREO

YO ME PLANTEO MI VIDA CON ESTA PALABRA TATUADA EN MI CORAZÓN

tatoo

Amaréis al forastero, porque forasteros fuisteis en Egipto (Dt 10,12-22)

Desde luego la frase tiene miga, sobre todo en esta época en la que España está muy poblada de inmigrantes que han venido a nuestro lado para encontrar más oportunidades que en su lugar de origen.

Todos somos forasteros en algún sitio. Todos hemos emigrado. Todos hemos caminado y todos hemos abandonado algo para llegar a otro lugar. Todos nos hemos dejado para encontrarnos nuevos más adelante. Todos fuimos y somos esclavos en algún Egipto particular. Todos nos sentimos prisioneros de algo, despreciados por algo, apartados por alguien…

Por todo eso, hay que amar al que está en camino, al que llega a nosotros, al que se nos presenta necesitado, al esclavo que quiere escapar de su situación, al nuevo, al que no conoce lo nuestro, al que se acerca a la fe y a la Iglesia sólo con sus sandalias polvorientas. No miremos por encima del hombro ni neguemos nuestra condición.

Un abrazo fraterno

emigrantes

La transfiguración del Señor

Reconozco que soy incapaz de orar con este pasaje del Evangelio. Me sobrepasa.

Tal vez esa sea mi oración: sentirme sobrepasado, encogido y desconcertado con el misterio de Dios, con la gradeza del Señor.
No sé por dónde cogerlo. Ofrezco mi silencio. Y el Señor lo acojerá con gozo. Estoy seguro.

Un abrazo fraterno

No se fiaron de sus planes (Sal 105)

tierra_prometidaEs verdad que las personas somos bastante miopes en cuanto a los planes de Dios se refiere. Todo lo que esté más lejos de lo que nosotros entendemos como admisible no somos capaces de valorarlo y nos ponemos nerviosos muy pronto acusando a Dios de habernos abandonado o de no cumplir la promesa que un día creimos escuchar a través del Espíritu.

También es cierto que la manera de actuar de Dios es sumamente misteriosa y desconcertante a veces y su manera de llevarnos a la tierra prometida no puede ser más especial. Su concepto de tierra prometida es especial. No nos dice ni cómo vamos a llegar ni cuánto va a durar el viaje por lo que a uno sólo queda confiar inquebrantablemente en que lo que escuchó un día es real y es verdad… Fiarse de sus planes, vamos.

Plantearse así la vida es jugar al ataque; desconcierto para muchos; libertad para algunos.

Un abrazo fraterno

Una oración distinta pero llena de Dios

Aacabo de llegar a casa de mis padres, en Coruña. Estoy aquí trabajando y estoy sólo con mi hermano. En Coruña, el mes de agosto es un mes de fiestas y aunque me encantaría estar al lado de mi mujer y mis hijos considero que no podemos perder un minuto en lamentaciones y que cada segundo que Dios nos regala es para disfrutarlo y ser felices.

Nena Daconte tocaba hoy en María Pita. La plaza estaba llena de adolescentes y familias enteras. Padres entregados y niños pequeños esperando ese «tenía tanto que darte…» que tanto ha calado en España.

Bailé. Canté. Disfruté del concierto y de estar allí, en mi casa, en mi tierra natal, con mi gente, escuchando música en directo… y me sentí cerca de Dios. Cerca de Dios en la alegría, en el descanso, en mi estar en casa, en la felicidad momentánea… Y me acordé de Él y le mandé un SMS a mi mujer diciéndole que ojalá estuviera a mi lado.

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Creo que fue una oración muy hermosa.

Un abrazo fraterno

Hasta quedar satisfechos (Mt 14,13-21)

Un milagro más.

Reitero lo que ya he comentado. Cuestión de fe. Cuestión de interpretar desde Dios nuestra vida y sus sucesos maravillosos, sus cambios sorprendentes, su incomprensible devenir…

Estoy inmerso en un momento vital que requiere ciertas decisiones y las quiero afrontar con valentía confiando en que el milagro se produce cuando uno da lo que tiene, apuesta por el Reino y decide llevar a cabo un proyecto maravilloso por muchas dificultades que se presenten en el camino. Estoy convencido de que el milagro se producirá también esta vez y de que quedaremos satisfechos.

Un abrazo fraterno