No sabes de dónde viene ni a dónde va (Jn 3, 1-8)
El Espíritu… Difícil de definir, difícil de explicar… ¡Eso es lo grande y lo maravilloso del Espíritu! ¡Eso es el Espíritu!
Lo he compartido ya muchas veces en mi comunidad: Es una sensación que tengo desde hace mucho tiempo. Sé que todavía no he encontrado mi lugar definitivo en el mundo. Sé que todavía no estoy desarrollando aquello que Dios me ha preparado. Sé que todavía no estoy al 100%. Es una sensación extraña. Lo importante es estar atento y dispuesto. Atento para reconocer señales. Dispuesto para ser capaz de optar en el momento oportuno por aquello que Dios me pide, por ir adonde quiere que vaya.
Eso me recuerda hoy Jesús. Yo sigo dando pasos, unos grandes otros pequeños, para nacer de nuevo.
Un abrazo fraterno