Habla, que tu siervo escucha (Sal 39)
Como seguimos dándole vueltas al bautismo de Jesús y a Juan y compañía… hoy se me han ido los ojos, los oídos, la mente y el corazón, al precioso salmo que se nos proclama. Es uno de esos salmos de cabecera, a mí entender, porque dice cosas tan importantes…
- Actitud fundamental en un creyente: esperar y confiar en el Señor.
- Dios siempre escucha mi plegaria.
- Mi fe, como el amor, se hace nueva cada día. El Señor me ayuda a renacer en Él.
- Y algo muy relevante: creer en Dios, seguir a Jesús, NO ENTIENDE DE SACRIFICIOS, NI OFRENDAS, NI HOLOCAUSTOS… La fe, si es verdadera, nunca es una renuncia, una privación, un esfuerzo… El cielo no se gana. El Reino se acoge.
- Dios sólo me pide estar dispuesto a escuchar su voluntad y llevarla a cabo.
- Todos estamos llamados a ser profetas en medio del mundo, a proclamar aquello que el Señor nos ha revelado.
¡No me digas que no es un buen roadmap de vida cristiana! Ojalá en este comienzo de año, escuchemos y pongamos en práctica. No sólo convenceremos más sino que seremos más felices.
Un abrazo fraterno – @scasanovam