Ayudaos unos a otros #creced

¿Se puede crecer solo? ¿Puede uno ser más, crecer, sin el otro? No.

Pablo lo tiene muy claro. Será por eso por lo que se recorrió medio mundo creando, sustentando, acompañando y cuidando comunidades cristianas aquí y allá. La fe sólo crece en comunidad, porque tal vez las personas sólo aprendemos cuando salimos de nosotros mismos y vemos a otros, escuchamos a otros, servimos a otros…

La Iglesia tomó buena nota de esto. No se puede seguir a Jesús solo. La Iglesia es, precisamente, la respuesta.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

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Reacciones airadas #prejuicios

A mí no me sienta bien que me digan aquello que hago mal, aquello en lo que no soy coherente con lo que creo o predico. Me siento mal y suelo reaccionar a la defensiva. LO mismo le sucedió al pueblo de Nazaret que, reunido en la sinagoga, tiene que escuchar como uno de sus vecinos, el hijo de José, les canta las cuarenta por sus prejuicios.

La reacción habla mucho de lo que lleva el corazón. Una reacción airada que habla de orgullo y de poca humildad. Yo la comparto tantas veces… Posiblemente porque creo que soy irreprochable a los ojos de Dios, sin percatarme muchas veces de la razón de mi mujer, de mis hijos, de mis padres… cuando me cuestionan tantas cosas.

Señor, hazme humilde y permíteme escucharte y amarte mejor.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

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El Evangelio y Wall Street #talentos

Cualquier que lea el Evangelio de hoy pensará que está delante de la crónica económica de alguna tertulia radiofónica de la actualidad. Porque, al fin y al cabo, Jesús nos habla de inversión. Hay que invertir con los bienes que nos han sido dados. Ni más ni menos. ¿El objetivo? Multiplicar los beneficios. Este Jesús… todo un tiburón del Wall Street celestial.

El mayor enemigo es el miedo. La inversión sino implica riesgo. Se puede perder. El miedo puede acabar con todo y llevarnos a meternos en casa y guardar bajo llave lo que nos ha sido nada. ¿Problema? Que esos bienes no han servido absolutamente para nada. El miedo y el egoísmo, un tanto disfrazado, van muy de la mano.

Señor, aleja mi miedo y dame fuerza y valentía para seguir invirtiendo con mis talentos. Y con los beneficios sean muchos… para muchos…

Un abrazo fraterno – @scasanovam

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Doncellas prudentes #aceite

Yo también espero al Señor. Cada día sigo preguntándome qué quiere de mí, qué me tiene preparado, cuáles son sus caminos… Cada mañana, al ver el mundo, no reconozco la realidad del salmo de hoy, donde la alegría reina en un mundo lleno de Dios y de su paz y prosperidad. Yo también espero al Señor, como las doncellas del Evangelio.

Esperarle ya es bastante, en un mundo cansado de esperar. La sociedad de la wifi, de la fibra, de la conectividad, de la fast-food, de los trenes de alta velocidad y las autopistas interminables… ya no sabe lo que se cuece en un tiempo de espera. Ese tiempo, más bien, es despreciado. Pero no llega con esperarle.

Ese aceite, tal vez, sea la oración, la frecuencia de los sacramentos, la vida comunitaria, una vida al servicio de los demás. Porque la espera, si finalmente no lleva al encuentro, sí que no tiene sentido. Es el mayor de los sinsentidos.

Hoy comienza el nuevo curso y no quiero quedarme sin aceite. Tomo nota.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Sanos y enfermos #sígueme

Leyendo el Evangelio, uno tiene la tentación de dividir el mundo en sanos y enfermos. Esto tiene un problema evidente, el mismo que surge siempre que planteamos la vida en dos caminos excluyentes. No pega con Jesús esto. Lo primero es que yo no sabría bien cómo posicionarme porque si bien reconozco de mi «enfermedad» y mi «necesidad de curación», también descubro aspectos, actitudes, etc. sanas en mi vida.

Por tanto, lo que la Palabra me dice hoy no es que el mundo esté dividido en sanos y enfermos sino que todos tenemos un porcentaje de ambas realidades. Jesús viene a mí, a ti, a cada uno, a curar nuestra parte enferma, nuestra herida, nuestra oscuridad. Sabe que está ahí la sed, la mediocridad, el dolor…

Yo te abro las puertas, Señor. Necesito que me cures. Reconozco mi daño, que no me deja vivir bien. Cúrame para poder seguirte de manera adecuada.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

El pecado que me paraliza #perdón

Un paralítico postrado en una camilla… Jesús se acerca y le perdona.

Imagen preciosa con la que empatizo claramente y en la que me veo reflejado sin duda. ¡Qué difícil es caminar cuando uno se ha apartado de Dios y de lo mejor de sí mismo, cuando ha tomado decisiones equivocadas y se ha olvidado de su vocación, de su responsabilidad, del amor! La vida se torna oscura, el camino dura, las piernas flaquean, la ilusión mengua, la fuerza desaparece y uno, aunque de manera metafórica, acaba «no saliendo de la cama», incapacitado para dar un paso más.

El perdón es el soplo revitalizador, el reconstituyente más eficaz. Saber que pese a todo lo anterior, se sigue confiando en uno, uno sigue siendo querido y amado, uno sigue siendo esperado… La luz se abre paso entonces y las fuerzas se recobran, aunque tambaleantes. Es posible seguir. Es posible volver.

Señor, perdóname cuando te tuerzo la mirada, cuando apuesto por la oscura tiniebla y rechazo el fulgor de la luz. Quiero seguir caminando.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Ni extranjero ni forastero… #morada

Imaginémonos, en el contexto actual del mundo, con más de 65 millones de refugiados, que a cada uno, cara a cara, le dijéramos: «ya no eres extranjero, ni forastero; sino ciudadano y miembro de mi familia, de mi pueblo». Es verdad que sin haber experimentado esto, se hace difícil empatizar pero… ¿nos lo podemos imaginar, aunque sea un poquito?

El Señor me dice eso hoy a mí, que soy un pobre «refugiado» que busca cobijo, que intenta huir de su propia oscuridad, que camina hacia una «tierra» mejor, al que a veces el camino se le hace insoportable, cuyas fuerzas flaquean tantas veces… A mí, tan pequeño, tan insignificante… A mí el Señor me inserta en su familia y me llama a seguir construyéndola activamente. No es un refugio pasajero ni temporal, ni caritativo.

Estoy llamado a ser morada de Dios, a que Dios me habite. Quiero decir SÍ y que la estancia sea de su agrado.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Mi combate, mi meta #

Si mañana terminara el combate… tengo la sensación de no haberlo ganado.

Estoy en un momento de pausa, de paso atrás, de oscuridad, de desierto. ¿Qué planes tiene el Señor que yo no consigo alcanzar a adivinar? Cada día que pasa me siento más torpe, más pequeño, más prescindible. Cada día tengo la sensación de saber menos, de errar más. Cada día me siento más inseguro. Cada día creo que el servicio que brindo… sirve para poco, para pocos.

Convencido estoy de que algo está tramando el Señor. Pero mientras me retuerzo, me quejo, me angustio. ¿Por qué no concederme aquello que le imploro?

Pongo todo esto delante del Padre y acudo a María, interesado en su mediación, sabedor de mi postura interesada. María, Madre, cuéntaselo tú…

Mientras, seguiré empuñando las armas de la fe y luchando el buen combate…

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Mucho cerdo para tanta perla #túlovales

Cerdos. Perlas.

También tú estás hecho, hecha, a imagen y semejanza de Dios; aunque no te enteres, aunque sigas mendigando amor, aunque sigas aspirando a las migajas de otros, aunque seas capaz de venderte a cualquiera.

¿Me preguntas que es pecado? Esto. ¿Me preguntas que entristece más a Dios? Verte así. Rodeado, rodeada, de cerdos embarrando las perlas que un día te fueron dadas.

Vuelve a casa. No te conformes. Alguien te limpiará, te curará, te abrazará, te vestirá con sus mejores galas y te ofrecerá el mejor banquete. La hora del amor ha llegado para ti,

Un abrazo fraterno – @scasanovam

 

Deseos para todo grupo humano #justdoit

«Alegraos, enmendaos, animaos; tened un mismo sentir y vivid en paz.»

Precioso deseo para mi comunidad, para mi familia, para mi colegio, para la Fraternidad.

Creo que ponerlo en práctica a partir de mañana haría que todo fuera un poquito mejor. Voy a hacerlo.

Un abrazo fraterno – @scasanovam