Excusas sin entrañas ante el otro (1Jn 3, 11-21)
En el día en el que todos esperamos con ilusión que llegue la noche mágica de Reyes, previa a la mañana de los regalos, las sorpresas, la ilusión y la alegría… esta Palabra de hoy, a través de S. Juan, me cuestiona absolutamente y me deja ciertamente tocado:
Pero si uno tiene bienes del mundo y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a estar en él el amor de Dios?
¡Cuántas excusas me pongo y nos ponemos para justificar mirar a nuestro hermano, ver su necesidad y no hacer casi nada al respecto! ¡Cuántas excusas… para cerrar nuestras entrañas! Sólo dejamos, como mucho, que nos raspe en la epidermis de nuestra alma.
Hoy le pido a los Magos de Oriente, más entraña abierta, más entraña entregada, más entraña al servicio del otro.
Un abrazo fraterno – @scasanovam