La voz a la que sigo #oveja
Sólo se reconoce la voz de aquellas personas con las que tengo cierta familiaridad, conocimiento, cercanía. El resto son voces desconocidas. Así que no pongamos tantas excusas para acabar reconociendo que frecuento poco a Dios, que rezo menos de lo que debería, que leo la Biblia menos de lo que me gustaría, etc. Si no reconozco su voz entre tantas de mi vida… es que tal vez nos falta roce, Señor.
¿Y el ruido? Porque una cosa es reconocer y otra escuchar. Si no puedo escuchar bien, ¿cómo coy a reconocer? Demasiado ruido a veces en mi corazón. Demasiados pensamientos míos. Demasiado ego. Demasiada prisa. Demasiado internet. Necesito más silencio.
Quiero seguir tu voz, Señor. Quiero seguirla.
Un abrazo fraterno – @scasanovam