En Él vivimos (Hechos 17, 15.22-18,1)

Después de decir ayer que estaba OFF no pensé que hoy sacaría fuerzas para escribir pero lo acabo de decidir. No quiero ceder ni un m2 de la parcela ya conseguida, de la parcela de Dios, de mi íntima parcela… Igual tendré que vender terrenos adyacentes… pero éste es central. Así que me he leído las lecturas del día y me ha venido al pelo encontrarme con ese discurso de Pablo de la lectura de los Hechos.

Pablo me recuerda que Dios no está fuera sino que vive en mí, se mueve en mi y yo me muevo por y con Él. Incluso en mi oscuridad actual, en mi cansancio, en mi nubarrón… Dios está ahí. No se ha ido. Lo percibo en las caricias de mi prójimo, en los susurros de mis ángeles, en mi permanencia, en mi fidelidad, en mi consciencia. Lo percibo en mi soledad y en mi silencio. Lo percibo en mi debilidad. Lo percibo en los planes futuros fruto del Espíritu.

Señor, me presento ante Ti cansado. Desfallecido.
Mi Señor, me presento ante Ti algo avergonzado,
consciente del sufrimiento ajeno escrito en mayúsculas,
consciente de lo minúsculo del mío.
Señor, oh Señor, me acurruco bajo tu brazo
y descanso en tu regazo.
Toma mi mano y llévame Tú. Una vez más.
Llévame, carga conmigo;
con mi oscuridad, con mi pecado, con mi debilidad.
Y luego vuelve a poner mis pies en tierra
y déjame continuar anunciándote.
Donde quieras. A quién Tú quieras.

Un abrazo fraterno

OFF

Hace muchos días que no escribo nada. Ya va para una semana. ¿Qué significa eso? Que estoy seco. Cansado. Bastante. Volveré en cuanto tenga energía para ello.

Mientras, el Señor me sostiene. Y sus ángeles en el cielo y en la tierra.

Un abrazo fraterno

La paz os dejo (Juan 4,27-31)

Uno de los frutos del encuentro con el Resucitado es la paz. Cuando uno se ha visto cara a cara con un Jesús capaz de dar vida, donde sólo había muerte; siente paz. Seguro que alguna vez hemos tenido brevemente o intensamente esa experiencia.

Para mi la paz siempre ha sido un parámetro ideal para calibrar si mi intuición me engañaba a la hora de tomar decisiones importantes sin llegar a tener seguridades absolutas o certezas definitivas. Si estaba en paz, optaba por ese camino. A veces era una paz producida imaginándome el resultado de una decisión o la vida después de ella.

La paz de Jesús, además, necesita de un corazón firme y valiente. Así nos lo dice Él. Porque la paz está bien pero luego… hay que seguir amando.

Un abrazo fraterno

Quien os lo enseñe todo (Juan 14,21-26)

No lo sabemos todo. Ni siquiera nos acordamos de lo ya aprendido. Jesús lo sabe y no nos deja solos.

No lo sabemos todo. Ni al principio, ni en el medio, ni en el final. Escuchemos al Espíritu.

No tenemos todas las preguntas ni todas las respuestas. No conocemos las soluciones ni las puertas que hay que abrir para seguir caminando.

Pero si tenemos fe, una poquita; confianza, una poquita y amor a Dios… el Espíritu nos susurrará, nos dará luz, nos sostendrá, nos clarificará. A través de una melodía, de una imagen, de una persona, de una conversación, de una casualidad, de… ¡vete tú a saber!

No estoy solo. No tú lo estás. Siempre hay que nos lo enseña todo.

Un abrazo fraterno

Los gentiles (Hechos 11,1-18)

Fácil es juzgar y hacerse caldo de cabeza hablando sobre «los otros», «los gentiles», los que no saben tanto como yo, los que no han optado por aquello que yo opté, los que no han caminado la senda por la que yo transité…

Siempre hemos tenido miedo a los otros, a los gentiles. Nos da miedo que nos entorpezcan, que nos impidan llegar a donde queremos, que bajen el nivel de exigencia…

¿Y si fuera al revés…? Yo, miedo, ninguno. Abro mi puerta de par en par.

Un abrazo fraterno

Saulo (Hechos 9,1-20)

Saulo, Pablo, no es el único miembro del santoral que sufrió una transformación radical tras una experiencia de encuentro con el Resucitado. Agustín de Hipoa fue otro. Y ambos eran ya talluditos cuando empezaron a ser testigos de Jesús y cambiaron sus vidas para adecuarlas al evangelio.

Cuando veo esta historia de Pablo o la de Agustín me asusta un poco cuando nos ponemos a jugar a Dios y buscamos objetivos visibles e inmediatos en los niños y jóvenes con los que nos cruzamos. O con los adultos, es lo mismo. Queremos que transformen sus vidas, que se comprometan, que abran los ojos, que adoren a Dios y sean testigos fieles de aquello que nosotros les transmitimos. A veces creo que es una falta de respeto hacia el mismo Dios. ¡Claro que hay que trabajar, testimoniar, propiciar, favorecer, sugerir, confrontar, acompañar…! Pero teniendo muy claro quiénes somos y cuál es nuestra misión.

Leyendo la historia de Saulo uno descubre que Dios tiene sus tiempos y sus maneras y que es el único que puede cambiar el corazón. Dejémosle trabajar.

Un abrazo fraterno

Impresionante (I Pedro 5,5b-14)

Después de la derrota ayer del Barcelona y hoy del Real Madrid, me siento a leer la primera lectura y me encuentro esto:

«Tened sentimientos de humildad unos con otros,
porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los humildes.»

Permitidme que no diga nada más por hoy. 🙂

Sálvame (Salmo 30)

Dirígela. Guíala. Sálvala.

En tus manos. Sin nada. Sólo con la fe. Con la que le queda. Sosteniéndose fuerte en su debilidad.

Hoy fue un día malo. Turbio. Oscuro. Molesto. Doloroso. Uno más. A veces ella ya pierde la cuenta. Y es tentada a desfallecer pero vence. Es tentada a desconfiar pero vence.

Y yo te contemplo en su mirada. Y te adoro en ella. Y te contemplo en su fidelidad. Y te adoro en ella. Y te contemplo en su corazón. Y te adoro en él. Ý me descalzo, como Moisés al pisar terreno sagrado. Y paso de puntillas. Y le susurro que la quieres.

Señor, luz. Señor, fuerza.

Un abrazo fraterno

Deseé tus mandamientos (Salmo 118)

El salmo 118 es, no tengo el dato, uno de los más largos o el más largo. En comunidad hemos leído los primeros 50 versículos y la sucesión de verbos es importante, dándole al salmo un ritmo frenético de acción descontrolada. Me cuesta un poco interiorizarlo pero me quedo con la filosofía de fondo que se concreta en una palabra: DESEO.

El DESEO es el origen de muchas de nuestra acciones, de nuestros pensamientos… Es el principio del mundo que queremos y de la vida que ponemos en juego para conseguirlo. Sin DESEO tal vez nada pueda llevarse a cabo. Muchas veces ha sido mal visto o despreciado cuando es el fundamento, la base… de muchas cosas.

Yo DESEO ser bueno. DESEO ser fiel a Dios. DESEO hacer voluntad. DESEO no perderme. DESEO responder a su llamada. DESEO ser feliz y valioso a sus ojos. DESEO seguir caminando y seguir creciendo.

Un abrazo fraterno