¿Por qué nos has sacado de Egipto? (Números 21,4-9) – Martes V de Cuaresma
Hoy hablaba con una amiga de cómo entiendo yo que hay que vivir la vida. Siempre entendí que la vida es de los valientes, de los que juegan al ataque, de los van a ganar y jugando bonito. Hay que arriesgar. Y salir del Egipto particular de cada uno.
Mi Egipto particular es mi realidad actual cotidiana. No me plenifica, no me llena, me esclaviza… pero es lo que conozco y ya me he acostumbrado a ello. Me quejo, me revuelvo pero no hago nada por cambiarlo. Dejar ese Egipto atrás no es tan fácil porque, aunque el destino nuevo sea mejor y prometedor, el camino no es sencillo. Pero es el precio a pagar por la auténtica felicidad, por la verdadera liberación.
Quedarse en Egipto es de cobardes. Así de claro.
Un abrazo fraterno