El Señor protege (Salmo 1) – Adviento en familia 2011 día 13
En aquellos días de mediados del 2000, cuando yo me debatía entre la posibilidad de venirme a Madrid y abandonarlo todo por Esther o quedarme en Coruña y seguir la senda por defecto, este salmo cobró una especial relevancia. Fueron días muy intensos y de mucha oración con muchos encuentros personales con la Palabra. Y este salmo y su categórica promesa de que el Señor protege el camino de los justos fue un auténtico descubrimiento, un acicate para acabarme de decidirme por lanzarme al vacío y jugármela. Los dos caminos…
Mis sentimientos eran sanos y mis motivaciones también. Tenía una intuición que yo interpretaba venida del Espíritu y algo me decía que debía tomar rumbo a Madrid. Pero era tanto lo que dejaba. Tanto querido… Tanto necesario…
Casi doce años después esta Palabra sigue siendo impulso para mi. En Madrid. Con Esther. Con tres hijos maravillosos. Con una comunidad donde vivir la fraternidad y seguir a Jesús. En la Escuela Pía. Con un trabajo que me permite vivir adecuadamente. Con una casa digna y mucha gente que me quiere alrededor. Y echando mucho de menos a mi familia y a mi tierra y a mis amigos de siempre… pero como diría el zorro del Principito: «No hay un mundo perfecto».
Un abrazo fraterno