Alzad los dinteles (Salmo 23)
Hoy, día de la Presentación del Señor en el Templo, alabo a mi Señor. Día de alabanza. Aquís os dejo la canción de Juan Luis Guerra para empezar bien el día…
Hoy, día de la Presentación del Señor en el Templo, alabo a mi Señor. Día de alabanza. Aquís os dejo la canción de Juan Luis Guerra para empezar bien el día…
Ayer domingo ya nos encontramos con unas lecturas tremendas. Yo las escuché como dirigidas a mi, como casi siempre. Ayer especialmente. Y hoy volvemos. Resuena y resuena este «el Señor me sostiene» del salmo. Con un David en problemas en la primera lectura, arrinconado y cuestionado por parte de los suyos, y con un poseido al que Jesús devuelve a la vida como quien dice.
El Señor me sostiene. Aunque parezca que el mundo me arrincona. Aunque parezca que no voy a dar más. Aunque parezca que mi vida la manejan muchos «espíritus»: el tiempo, el trabajo, el cansancio, los contratiempos del día a día… El Señor me sostiene. Lo creo firmemente.
A veces me paro y me comería el mundo y llevaría a cabo mis más ilusionantes proyectos. Al momento me entran todos los miedos del mundo y me cuestiono y pongo en duda mi determinación y le doy un aire de irresponsabilidad. Pero al momento me pregunto: ¿es el miedo el que me hace pensar esto o la sana prudencia? ¿Sí o no? ¿Qué hacer? Y me carcome este dudar… Supongo que es parte de la lucha.
La clave la daba ayer S. Pablo: AMOR. Y que venga lo que Dios quiera. Él conoce a quien ha elegido y a ése lo sostiene.
Un abrazo fraterno
Una de las mayores preocupaciones que puedo tener como padre es la duda de que todo lo que les quiero transmitir a mis hijos, todo lo que les quiero enseñar, todo lo que quiero que sepan de Dios y de su Iglesia, todo lo que quiero que sepan del mundo, de las personas, de la familia, de la sexualidad, del trabajo, de los sueños… llegue a dar fruto.Uno tiene miedo a equivocarse, a adelantar lo que debería esperar y a postergar lo que se debería ya enseñar. Uno tiene miedo de repetir errores o de errar por quererlo hacer diferente.
Y hoy llega esta Palabra a casa y me sosiega. La semilla germina y va creciendo sin que el sembrador sepa cómo. Confío en que Dios haga su trabajo y en que mis hijos hagan bien el suyo. Yo, mientras, sólo puedo sembrar. Como sé. Desde lo que soy. Con amor. Sin tapujos. Sin mentiras. Y poco más. No se puede llegar a más. Cometeré errores y tendré aciertos. Pero siempre dispuesto a mojarme, a jugármela, a sufrir… En términos futbolísticos… no voy a dejar de tirar el penalti por miedo a fallarlo. Que el Señor me ayude.
Un abrazo fraterno
Hoy me presento ante el Señor cansado. Es parte del camino.
Tocará descansar el fin de semana.
Señor acoge mi humilde oración e infúndeme fuerzas.
Un abrazo fraterno
Sin tierra profunda no hay siembra que valga. Es algo constatable. Parece que la semilla llegó a buen puerto pero finalmente se sale y se pierde.
Tengo que claro que uno de los principales esfuerzos a hacer no es tanto sembrar como ayudar a que las tierras tengan la profundidad suficiente para recibirla adecuadamente. Empezando por mi, muy dado a consumir experiencias y no siendo traspasado por algunas de ellas. He mejorado mucho en este campo y he aumentado mi silencio interior y mi capacidad de sana soledad interior y exterior.
A veces nos pensamos que las cosas deben hacer mella y no entendemos por qué la gente es tan volátil. Bueno, aquí está la respuesta. Tierras poco profundas… y eso no depende de Dios ni de hablar mucho de él… Eso tiene relación con el crecimiento personal, la madurez y la capacidad para conectar con uno mismo y sus emociones.
Un abrazo fraterno
Dios no me ha dado un espíritu cobarde. Dios me ha dado dones suficientes. Dios me ha llenado de amor y energía. Dios me ha dado fuerza para mucho.
¿Por qué pues a veces me comporto como un gorrión cuando estoy llamado a ser águila? ¿Por qué tengo miedo si Dios está conmigo? ¿Por qué aspiro a poco cuando estoy llamado a conseguir mucho? ¿Por qué minimizo mi vida cuando es tan valiosa en las manos de Dios?
Un abrazo fraterno
Hoy en mi oración quiero poner delante de Dios a mi comunidad, a Betania, a aquellos que me llevan de la mano en mi camino.
No siempre es posible ver aunque uno tenga claro que es llamado y que le espera una importante misión. Aunque uno sienta que Jesús le espera para algo y que una tarea debe ser comenzada. La oscuridad, las dudas, la impaciencia, el no saber por dónde seguir, el no conocer los designios del Padre… a veces impiden caminar adecuadamente. Y hay que vivir, como pablo, la experiencia de ser llevado por otros, de que otros que caminan a tu lado te cojan de la mano y anden junto a ti. Tampoco saben exactamente adónde te llevan ni tienen la respuesta a tus preguntas pero su labor terapéutica y pacificadora es vital para no pararse. Son los que siempre están.
Un abrazo fraterno
Las familias son algo difícil de manejar. Porque aunque haya amor y cariño, esa proyección públice de Jesús, ese meterse en líos constantes, ese decir lo que nadie se atreve, ese ir en contra de lo establecido, ese juntarse con leprosos, prostitutas y publicanos… no debía de hacer mucha gracia. Creo que con afán protector, más de una vez, debieron decirle a Jesús que se olvidara de eso que hacía.
La fortaleza de Jesús le lleva a distanciarse de su familia en pos de su misión. Lección que hay que aprender hoy en día. Sacudirse los chantajes sicológicos, los afectos y responsabilidades y ser uno mismo. Jesús decide no representar el papel que otro quieren para Él.
Un abrazo fraterno
La lectura del antiguo testamento es parte de la historia de David y aunque no me dice demasiado sí me va llevando de la mano por la historia de este Rey tan importante.
David era pequeño, leal y de buen corazón. No quiere llegar al trono manchado de sangre. No quiere dejarse llevar por las envidias y sus aspiraciones personales o las de otros. El Señor lo ha elegido por otra cosa. Él sabe en quién ha confiado. Y David así lo va demostrando. Y Saúl así lo reconoce. No hay atajos en el camino de la paz y del amor. Las cosas sólo se pueden hacer a estilo de Dios.
Hoy en día parece que prima lo contrario y que llegar a un objetivo y buscar la realización personal justifica acciones que nada tienen que ver con el amor, la paz, la fidelidad, el Reino y, lo que es más importante también, que nada tienen que ver con quienes somos realmente. David es fiel a Dios y a sí mismo. Tomemos nota.
Un abrazo fraterno
Hoy, como es el santo de mi niña, me he leído la reseña de la santa. Os la dejo.
Considerada en la Iglesia como patrona de la pureza, es una de las más populares santas cristianas, y su nombre está incluido en el canon de la misa. Debido a sus riquezas y hermosura, la santa –a la edad de trece años- fue pretendida por varios jóvenes de las principales familias romanas; sin embargo, la joven había consagrado su virginidad al Señor Jesús.
Ante esta negativa, sus pretendientes la denunciaron como cristiana al gobernador, quien utilizó halagos y amenazas para persuadirla, pero todo fue en vano, pues Inés se mantuvo firme en su decición. Al ver esto, el gobernador la envió a una casa de prostitución, donde acudieron muchos jóvenes licenciosos pero que no se atrevieron a acercársele, pues se llenaron de terror y espanto al ser observados por la santa. El gobernador enfurecido la condenó a ser decapitada. El cuerpo de la santa fue sepultado a corta distancia de Roma, junto a la Vía Nomentana.