Hermoso e idóneo trocito de la carta de Santiago para un planificador como yo. Siempre haciendo planes, pensando en mañana, en pasado, en el mes que viene, en lo que vamos a hacer en agosto, en Navidad… ¡yo qué sé!
Cierto es que mi trabajo personal está dando sus frutos y desde hace ya varios meses soy capaz de vivir el presente de una manera mucho más adecuada. Y lo disfruto. Y me hace feliz. Disfrutar el momento.
Ya lo decía el poeta Horacio:
No busques el final que a ti o a mí nos tienen reservado los dioses
(que por otra parte es sacrilegio saberlo), oh Leuconoé,
y no te dediques a investigar los cálculos de los astrólogos babilonios.
¡Vale más sufrir lo que sea! Puede ser que Júpiter te conceda varios inviernos,
o puede ser que éste, que ahora golpea al mar Tirreno contra las rocas de los acantilados, sea el último;
pero tú has de ser sabia, y, mientras, filtra el vino y olvídate del breve tiempo que queda
amparándote en la larga esperanza.
Mientras estamos hablando, he aquí que el tiempo, envidioso, se nos escapa:
aprovecha el día de hoy,
y no pongas de ninguna manera tu fe ni tu esperanza en el día de mañana
Un abrazo fraterno