… pidiendo a Dios que los protegiera (Tb 6,10-11;7,1.9-17;8,4-9a)
Es muy hermoso como Tobías y Sara comienzan su proyecto juntos, su sueño de vida en común: poniéndose delante de Dios y pidiendo protección. Así es como deben empezar todos los proyectos una vez son asumidos.
Mi familia está a punto de crecer. Una pequeña llamada Inés hará su aparición en breve y traerá de la mano el comienzo de una nueva etapa en casa. Una nueva persona llega al mundo y a nuestra familia para formar y tomar parte de este proyecto que, hace ya unos cuantos años, en la intimidad sagrada de la pareja, Esther y yo decidimos sacar adelante. Construir una familia es, sin duda, el proyecto más apasionante de aquellos que podemos llevar a cabo hombre y mujer, juntos. No hay aventura profesional ni hobbie que se iguale a ésto: conocerse, convivir, construir buenos cimientos en la pareja, elegir y crear hogar, aprender a tratarse y a respetarse, dar vida, integrar a los hijos en el proyecto cuidando su «ser único e irrepetible», prepararlos para volar solos algún día, contarles quién es Dios, adaptarse al paso del tiempo y a los nuevos retos que se vayan presentando…
Como Tobías y Sara, también nosotros pusimos a Dios en medio a la hora de comenzar a andar. Y lo seguimos haciendo. Sabemos que nos protege y que nos cuidado con ahínco. Y seguimos clamando por su bendición día tras día, noche tras noche, recordando que nuestro proyecto… es también el suyo.
Un abrazo fraterno