Nueva etapa del blog

Hola a todos.

Tras un parón largo, donde aproveché para realizar otras incursiones, tareas y proyectos, el próximo lunes vuelvo a retomar mi rincón personal, éste. Comienza una nueva etapa en la vida, a nivel profesional, familiar, laboral… y se merece silencio y Palabra. Y todo ello en la red, este nuevo «país» de donde uno también es ciudadano.

Os espero

Santi

¡Venid a la luz! #cuaresma

La lectura de Isaías de hoy es el núcleo de mi fe, el núcleo de mi esperanza, el núcleo de todo aquello que resulta incomprensible en la tiniebla y que, la oscuridad intenta ocultar cuando nos acecha.

Ese es mi Dios. Un Dios que no se olvida de mí, que está siempre, que sale a mi camino para auxiliarme, que me llena de gracia y bendiciones aún en el mayor de los sufrimientos. Ese es mi Dios.

Jesús así lo confirma: un Padre que viene a llevarnos a la Vida y que nos grita ¡Venid!

Un abrazo fraterno

La medida sí importa #cuaresma

Sí importa. No lo que tú mides sino cómo usas la regla para tomar las medidas de los que te rodean.

Cuando leo esto me doy cuenta de lo exigente que soy con tanta gente, de la lupa que uso con muchos de los que más me quieren y a los que más adoro. Exijo, exijo, exijo… no paso una, me molesto si no dan la talla, me enfado si no llegan a la medida mínima de mis aspiraciones.

El Señor me anima a echarme un vistazo a mí mismo y a aprender a ser igual de laxo con los demás, que me quieren, probablemente, sin tampoco dar la talla en su escala de medición.

La medida sí importa. Yo no soy feliz midiendo con tanta exigencia. Ni los demás. Como siempre, toca girar la cara a Dios y dejarse amar por su medida colmada y generosa. Olvidarme de mí y sólo tener ojos para el amor.

Un abrazo fraterno

Prisiones, cerrojos, cepos, hambrientos, pobres, desnudos… #cuaresma

La lectura de hoy de Isaías no puede ser comentada. Cualquier palabra sobra.

Así dice el Señor Dios:

«Grita a plena voz, sin cesar, alza la voz como una trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados.

Consultan mi oráculo a diario, muestran deseo de conocer mi camino, como un pueblo que practicara la justicia y no abandonase el mandato de Dios.

Me piden sentencias justas, desean tener cerca a Dios.

«¿Para qué ayunar, si no haces caso?; ¿mortificarnos, si tú no te fijas?»

Mirad: el día de ayuno buscáis vuestro interés y apremiáis a vuestros servidores; mirad: ayunáis entre riñas y disputas, dando puñetazos sin piedad.

No ayunéis como ahora, haciendo oír en el cielo vuestras voces.

¿Es ése el ayuno que el Señor desea, para el día en que el hombre se mortifica?, mover la cabeza como un junco, acostarse sobre saco y ceniza, ¿a eso lo llamáis ayuno, día agradable al Señor?

El ayuno que yo quiero es éste:

Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne.

Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: «Aquí estoy.»»

Programa electoral de Jesús: la cruz de cada día #cuaresma

Perder la vida.

Perder… ¡A mí no me gusta perder ni a las canicas! Y el Señor me llama a perder la vida por Él… Me cuesta tragar aunque, curiosamente, algo de mi vida la estoy dando ya por Él…

No me gusta el sufrimiento. Me da miedo sufrir. Me da miedo que los míos sufran… Él me dice que no tenga miedo.

Y cargar con la cruz cada día… ¿Qué pasa con el Estado del Bienestar? ¿Qué pasa con el relax? ¿Qué pasa con la felicidad? ¿Qué pasa con la tranquilidad? ¿Qué pasa con el éxito? ¿Qué pasa con el dinero? ¡Cruz! ¡Cada día!

Esta es la propuesta de seguimiento que nos hace el Señor Jesús. Con este programa, no gana las elecciones… pero yo quiero ir con Él. Yo le quiero a Él.

Un abrazo fraterno

Un Salmo para la Cuaresma (Salmo 50) #cuaresma

Hoy comienza la Cuaresma y, tras leer las lecturas del día, creo firmemente que este Salmo que se nos propone hoy, con el que el Rey David y multitud de santos a lo largo de la historia pidieron perdón a Dios, debe ser un Salmo de cabecera para cada día de nuestra vida.

1. Implora la misericordia y el perdón de Dios Padre.

2. Nos hace conscientes de nuestro pecado.

3. Pide la presencia permanente del Espíritu.

4. Reconoce la capacidad de Dios de obrar el milagro en nosotros.

Porque así es. Sin Él, poco o nada somos, ceniza. Nos desviamos de su Palabra y de su Deseo tantas veces… Somos tan volubles, tan débiles ante el poder, el placer, la comodidad… Pedir perdón nos cura y sabemos que Él siempre perdona. Su Misericordia es infinita.

La vida es una lucha continua, una auténtica guerra personal y colectiva entre el bien y el mal. Necesitamos al Espíritu, la mayor de nuestras armas. Con Él, la esperanza no desaparece. Con Él, el milagro se obra aún cuando todo parece perdido.

Un abrazo fraterno

¿En quién se fija el Señor? (Génesis 4, 1-15. 25) #

Es curioso. La lectura de Caín y Abel, tan conocida, del Génesis, no habla de buenos y malos. No describe especialmente a ninguno de los hermanos aunque podemos sacar alguna conclusión de las conversaciones y del texto.

Caín está dolido con Dios, o más bien, está dolido consigo mismo. Caín sufre eso que muchos conocemos: la desazón y la insatisfacción de no dirigir su vida al Bien. Y la paga con su hermano. Toda la «movida» explota cuando el Señor Dios se fija en Abel y no se fija en Caín.

La relación con Dios es una relación de amor y, como en toda relación de amor, Dios (que no cierra las puertas a nadie) reacciona fija su mirada en aquellos que le aman, que le rondan, que hacen lo que a Él le agrada. ¡Como cualquier enamorado! No es culpa de Abel. Ni siquiera de Dios. La desgracia de Caín es consecuencia únicamente de sus actos, de su egoísmo, de no amar al amado.

¡Cuántas veces culpamos a Dios de todas nuestras desgracias, de todo lo malo que nos pasa! ¡Cuántas veces pagamos la frustración propia con los demás! Caín es el Judas del AT. En su pecado, no se vuelve hacia Dios sino que su culpa, llena de orgullo y soberbia, lo lleva a la muerte. ¡Cuántas veces entramos en esa espiral de pecado y orgullo que nos aleja cada vez más de Dios!

Un abrazo fraterno

#esNavidad – La escucha y el discernimiento

Creo que no me ha sido regalado el don de la escucha o, a lo mejor, lo tengo tan abandonado o tan mal entrenado que pienso que no dispongo de él. Me va más hablar que escuchar. Soy testigo de palabra fácil y de escucha difícil. Y no me gusta, ¿para qué decir otra cosa?

Hoy leo la lectura de Pablo y me sobrecojo al leer cómo pone la escucha como lugar y medio privilegiado de discernimiento y de unión con Dios. Y no lo aplico tanto a «los otros», a los que escuchan o no lo que tengo que decir sobre Dios. Lo aplico a mí mismo: ¿Escucho? ¿Escucho la Palabra de Dios cotidianamente? ¿Escucho a Dios a través de la Iglesia, de sus ministros, de sus pastores? ¿Escucho a Dios a través de los hermanos que tengo más cerca? ¿Escucho a Dios a través de aquellos que pienso que nada dicen sobre Él?

Señor, ayúdame a escuchar mejor, a escucharte mejor. Lo necesito.

Un abrazo fraterni

#esNavidad – Hoy #iNavidadIrak

El Estado Islámico la persigue por ser cristiana. Ahora hace deberes en un campo de refugiados en Irak. #iNavidadIrak. Recemos hoy por nuestros hermanos perseguidos de Irak. Gracias a Pablo H. Breijo por la foto.

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#esNavidad : Ver para creer

Nos dicen que la fe es la capacidad de creer en algo que no podemos ver. Es una definición que tiene mucho de acertado, aunque no sé si es completa o suficientemente elaborada. La pregunta que me surge, no obstante, al leer las lecturas de hoy es: ¿Es verdad que no podemos ver hoy a la Palabra de la vida, como dice el apóstol Juan en su carta? ¿No es posible ver hoy a Cristo, nacido en Belén y resucitado en Jerusalén?

¿No es verdad que necesitamos VER?

Vieron, los que caminaron hacia Belén; vieron, los que fueron al sepulcro. ¿Ven los que se mueven? ¿Ven los que buscan? ¿Ven los que quieren ver al Señor?

La fe, más que creer pese a no ver, es ver allí donde otros no ven nada.

Un abrazo fraterno