7 – La noche es suave
La noche es suave
y huele a amapolas.
No es oscura ni desafiante,
no da miedo.
La noche es tierna y vergonzosa.
Guarda secretos y tesoros,
esconde verdades.
Cuando te acuestas con ella,
sientes sus pies fríos
y sus manos temblorosas.
Entonces, si la miras,
si la abrazas,
si le permites que entre en calor
y le ofreces el poco calor
que a ti te queda;
entonces, y sólo entonces,
se duerme inocente
hasta la llegada del alba.