Comerán y sobrará (II Reyes 4, 42-44)
Hoy no estoy muy fino y mi oración no ha sido muy real pero le ofrezco al Señor mi cansancio y dispersión en estos momentos. Sí me quedo con ese ofrecimiento del Señor para que cada uno pongamos de nuestra parte. No lo necesita. Pero quiere contar conmigo. Con mi libertad. Con mi donación. Por un lado esto es maravilloso y por otro… así vamos… ¿qué pasa cuando, desde nuestra libertad, decidimos no dar lo que tenemos? Así va el mundo… Peeeeero…
Yo sólo puedo optar en lo que me toca. Opto por darme para que todos coman…
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