El envío de Jesús (Mateo 10, 7-15)
No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla;
ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto,
ni sandalias, ni bastón;
bien merece el obrero su sustento.
Cuando entréis en un pueblo o aldea,
averiguad quién hay allí de confianza
y quedaos en su casa hasta que os vayáis.
Al entrar en una casa, saludad;
si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella.
Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros.
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