El Reino se parece a la levadura (Mt 13,31-35)
Todos los que han hecho repostería alguna vez saben de la importancia de la levadura para que el bizcocho o el postre en cuestión tome la forma adecuada y se haga correctamente. También es sabido que la cantidad de levadura va en función de la masa total pero que, en proporción, es una cantidad muy pequeña… escasa PERO SUFICIENTE si hace lo que tiene que hacer.
En el mundo pasa igual. Los que nos consideramos del equipo Levadura C.F. no tenemos otra queja en la boca de que somos muy pocos, de que está se desmorona por momentos, de que hay pocas vocaciones… Tal vez sea verdad. Pero hoy la Palabra viene a recordarnos que siempre es desproporcionado y que no depende tanto de la cantidad como de que la levadura juegue correctamente su papel. A veces nos encanta mirar más allá de nuestros ombligos en lugar de cuestionar si somos levadura de calidad, si nuestra vida hace fermentar otras, si conseguimos que el mundo vaya tomando forma o simplemente disfrutamos de él como cualquier otro…
No sé si se necesitan muchos curas o consagrados pero sí sé que se necesitan buenos curas y consagrados. No sé si se necesitan muchas comunidades cristianas y laicos pero sí sé que se necesitan buenas comunidades y buenos laicos. No sé si se necesitan muchos catequistas, muchas familias, muchos hijos, muchas iglesias… pero esforcémonos en ser cada día mejores y nos pintará bonito.
Un abrazo fraterno
Gran reflexión, muchas veces creo que se desmoronan todos mis principios. Muchas veces me siento solo y alejado, lo que hace que me olvide de que mi vida es la Dios elegió para mí, que es la que me toca vivir, y que es ahí donde debo ser Levadura para ayudar a fermentar otras.