Ellos no comprendieron (Lucas 2,41-51a) – Lunes IV de Cuaresma
A mi me pasa lo que a los padres de Jesús: no comprendo. Reconozco que este pasaje del Evangelio es costoso de orar para mi porque no comprendo lo que sucede en él realmente. Desde que empiezo hasta el final me parecen unos hechos un tanto surrealistas y no consigo entender cómo los padres no se dan cuenta de que falta su hijo en todo un día de camino, cómo Jesús es capaz de quedarse sin avisar y cómo es capaz de hablar a su madre preocupada en esos términos. No comprendo. Tal vez sea eso lo que tenga que orar: no todo lo referente a Dios, a Jesús, es capaz de ser abordado por mi entendimiento, por mis criterios, por mis actitudes, por mis sentimientos. Debo estar abierto a lo incomprensible del Señor. Difícil tarea.
Un abrazo fraterno
A veces, las cisrcunstancias se confabulan… Santa Teresita comprendió este pasaje a la luz de los sentimientos de la Virgen que pasó aquí su noche de fe. No saber dónde está Jesús, su Hijo, su vida. Ella pasó también por la angustia de no encontrarle, de no saber cómo lo había perdido… Y luego, inmediatamente, no comprender… Pero con el tiempo, de nuevo a la luz de la fe, seguro que comprendió, pero eso ya no lo cuenta el evangelio. Nos quedamos con que Ella, guardaba todo en su corazón, y lo meditaba.