… en casa de Mateo (Mt 9,9-13)
Releyendo las lecturas de hoy me doy cuenta de que siempre me identifica con el Jesús que trabaja para traer a las ovejas perdidas al redil. Siempre me he puesto en el rol de Jesús en esta lectura y analizo cómo Jesús va a casa de los pecadores, ese estilo de apostolado, esa manera de ganarse a la gente…
Pero me está dando por ver la lectura desde otro ángulo: desde el ángulo de Mateo y sus amiguetes. ¿Cómo se estaría sintiendo Mateo al recibir en su casa al Maestro? ¿Cómo se sentiría alguien que se sabe colaborador de Roma, odiado por sus vecinos, escoria… al ver que Jesús va a verle, conoce a sus amigos, lo busca en donde está, le llama y a la vez le busca…?
Descubro la esperanza de saberme un pecador cuiado, buscado, querido por Jesús. Jesús sabe de mi. Y me quiere. Amor de verdad. ¡Qué alegría! ¡Qué ganas de seguirle!
Un abrazo fraterno
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