Entre los dos (Mt 18, 15-20)
Eso de corregir a solas es algo que tengo que mejorar. Me cuesta un montón frenar el impulso cargado de razón y rabia que me lleva a corregir a quién sea en el mismo momento. No es el estilo de Jesús. Por lo de pronto, Él no corrije cargado de razón, ni lleno de rabia. Y además… lo hace a solas.
Esa es la manera.
Un abrazo fraterno
Ahora leo esto… y la verdad es que algunos paseos contigo charlando… lo has vivido y yo te lo agradezco. Quizá cuando el Evangelio dice «a solas» no sea un «bisabis» (jajaja) sin más, sino que se refiera más bien a la intimidad y las formas. Me gusta más pensarlo así, como un acto de cercanía y de implicación en la vida de los demás.
Los que además tenemos la «dicha», la «gracia» de confesar, creo que lo vivimos de forma especial y de manera particular. Es necesaria la cercanía, no sólo el estar a solas.
Sin duda, es algo en lo que tengo que crecer.