Era rico (Mateo 19, 16-22)
Muchas veces hemos leído lo del camello y lo del ojo de aguja y lo de los ricos bla bla bla… y me he cansado de oir en mi vida que ser rico no es malo que Jesús no condena a los ricos y que lo que quiere decir es bla bla bla… Pero el Evangelio de hoy nos da una pista muy grande: Jesús no condena a los ricos pero constata con este joven que siendo rico, uno lo tiene muy difícil para entrar y participar del Reino. Cuando uno es rico y vive en la abundancia, cuando no tiene necesidades ni sed, cuando todo lo tiene cubierto y está acostumbrado a conseguirlo todo o casi todo con su dinero… es difícil que pueda llevar a cabo la voluntad del Padre y tener una experiencia de Dios como Salvador.
Muchas veces pienso en lo mucho que me gustaría vivir en determinadas casas, tener determinados lujos… lo que me gustaría poder tener dinero para ir a todo el teatro que quisiera, viajar lo que quisiera, vestir de marca… pero luego sacudo mi cabeza y sé que mi Carabanchel es un barrio ideal, con el dinero que tenemos en cuenta, en el colegio donde llevamos a los niños y en el piso que, hasta ahora, nos proporciona un cobijo. Gracias a todo esto practicamos, o al menos lo intentamos, la confianza en el Padre.
Yo no quiero ser y vivir triste como el joven rico. Por eso creo que por ahora vamos eligiendo bien…
Un abrazo fraterno
Es un tema que también a mí me deja descolocado… y veo que la respuesta de Jesús no es siempre universal.
Zaqueo (Lc 19 1-10), también rico, le propone devolver la mitad a los pobres y restituir 4 veces a quien le defraudado… y Jesús afirma que el Reino ha llegado a aquella casa!
Como dices, supongo que debemos encontrar la forma no hacernos esclavos de nada ni nadie.
Por cierto, te sigo desde hace tiempo. Un abrazo