Esperad y apresurad (2Pe 3, 12-15,17-18)
¡Qué manera de empezar! ¡Parece contradictorio si se lee rápido! Es como si Pedro me pidiera que meta primera y quinta a la vez. Es como si me dijera que me deje querer y a la vez que me lance. Es como me pidiera que agote la posesión y, a la vez, que haga un ataque rápido.
Pero no. Creo que es muy sabio lo que me plantea Pedro hoy. Dos verbos que, juntos, son brutales. Esperar que Dios me abra puertas y, a la vez, apresurarme en encontrar mi sitio. Esperar el amor y apresurarme a amar. Esperar un mundo mejor y, a la vez, apresurarme a construirlo. Esperar que pueda cambiarme y conocerme y, a la vez, apresurarme y dedicarme tiempo.
Saber que la esperanza es una virtud y que, a la vez, no hay tiempo que perder.
Un abrazo fraterno
Tus comentarios siguen desentrañando la Palabra, acercándola, haciéndola carne, poniéndola al filo de nuestra vida cotidiana…
Gracias mil. De todo corazón.
Estupendo el contraste de verbos y similitud. Una más para la lista.
Saludos.
Bueno. Me da la impresión que la Palabra de Dios, el LOGOS, la meditas y la guardas para cumplirla. Me identifico contigo. Soy otro enamorado de la Palabra y a ella he dedicado mi propio blog: http://ellogosenelmundo.blogspot.com
Te invito a entrar y a participar también. Es un blog católico abierto a cuantos sienten la llamada a evangelizar desde internet. Enhorabuena.