Esplendor y belleza son su obra (Sal 110)
Si yo lo he sentido así, ¿por qué al ser testigos de Dios ante otros siempre nos empeñamos en charlas moralizantes o similares? Yo muchas veces he visto y sentido a Dios en algo bello. Lo he sentido a mi lado viendo a un niño y disfrutando con sus movimientos, sus balbuceos, sus caricias. Lo he sentido a mi lado escuchando música, sobre todo, las maravillas clásicas que hemos recibido de herencia. Lo he descubierto tras la curva de un sendero, entre las hojas de frondosos árboles o tendido en praderas y valles. Lo escuché en la tormenta, y en el rumor del mar al romper en la costa, y en el hablar de las gaviotas. En los grandes pintores, en los mayores logros de la arquitectura, en las manos del escultor, en el sabor de un beso… ¡ahí también sé que vive Dios!
Lo bello es reflejo de Dios. Y un camino útil para llegar a Él…
Un abrazo fraterno
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