Estaba extenuado del camino (Números 21,4b-9)

Hoy me he fijado en esta frase del comienzo de la primera lectura. Es una lectura que me gusta y que muchas veces he orado de otra manera pero la primera frase, hoy, me parece relevante.

La extenuación, el cansancio acumulado, suele ser causa de males mayores. Cuando el cansancio irrumpe en la vida de uno los errores se multiplican y los dones que uno está acostumbrado a poner al servicio se nublan y pierden protagonismo con respecto al enfado, la tensión, la suspicacia, la queja, el grito a destiempo y desproporcionado… Tengo que cuidar esto.

Cuidarse a uno mismo es una base irrenunciable para estar sano, feliz y poder construir el Reino con eficacia y eficiencia. Un cansado malhumorado sirve para poco. El camino suele ser extenuante. Para mi lo es. Uno no sabe a veces cómo es capaz de sacar todo adelante. Hoy ha sido un día de los de extenuación y la segunda parte del día es mejor olvidarla.

No me acostaré tarde.

Un abrazo fraterno

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