Fiel en lo poco (Mateo 25, 14-30)
Fiel en lo poco… la parábola de los talentos… La recibo como un regalo en este primero de septiembre.
Septiembre es el mes del comienzo. El curso escolar, al menos para los que tenemos hijos, sigue siendo realmente el comienzo del año, de una nueva etapa. Nuevos retos, nuevos horarios, nuevas dificultades y nuevos regalos. Y es importante empezar bien. Por eso me gusta este Evangelio de Mateo de hoy.
A mi el Señor me ha dado talentos también, como a los empleados del pasaje evangélico. Me ha regalado dones. Sus dones. Lo dice bien claro: » …los dejó encargados de sus bienes». En definitiva, Dios me ha dado un poquito de Él mismo. ¡Qué fuerte! ¡No son poca cosa estos talentos! ¡No son poco importantes ni poderosos estos dones! Por eso Dios no entiende al empleado que ha dejado escapar la oportunidad de darle utilidad a este regalo tan valioso. ¿Eres consciente de esto? ¿Lo soy yo?
Y, como remate, una frase que aparece dos veces: «… como me has sido fiel en lo poco…»… ¿Un guiño de Dios? ¿Una pista? ¿Será que no espera grandes cosas de mi? Yo lo que interpreto hoy, es que esos talentos tienen que empezar a ser útiles desde ya, en las pequeñas cosas, en septiembre, con mis hijos, con mi mujer, en mi trabajo, con ese vecino del tercero, con las familias del cole… ¡Movimiento! ¡Movimiento me pide el Señor! No me pide que tenga los talentos esperando a ser Presidente del Gobierno, director de un centro, abuelo, misionero en África… ¡NO! En lo poco, en lo poco, en lo poco Santi… me repite el Señor que bien me conoce…
Que empecéis septiembre en lo poco y que, ahí, destapéis ese trocito de Dios que nos ha sido regalado. Y seréis felices. Y haréis felices.
Un abrazo fraterno
P.D.: La ilustración está sacada del precioso blog de Cristina Méndez «La vida es color»
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