Hace maravillas (Sal 97)
El Señor sigue haciendo maravillas. Día a día. Conmigo, con mi matrimonio, con mis hijos, cons mis proyectos, con mis necesidades, con la Iglesia, con mi comunidad…
Por lo de pronto, me ha devuelto la ilusión en mi dedicación a los demás y al Reino y la puerta que se ha abierto con Padres enREDados me satisface y me ha devuelto la paz y la ilusión. Ojalá sigan abriéndose puertas. Puertas maravillosas.
Un abrazo fraterno
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