He visto al Señor (Juan 20,11-18)
El mandato de Jesús Resucitado es claro: «ve a mis hermanos y diles…». María no lo duda y obedece el mandato. María es llamada por el Señor a ser testigo de la alegría de la Resurrección. Ella ha visto al Señor y tiene que ir a aquellos más cercanos para que ellos también compartan esa alegría.
Yo he visto al Señor también. En momentos concretos he notado su mano, a lo largo de mi vida he notado su mirada y su cariño. En mis dones percibo parte de esa Vida que Él me ha regalado. Y no puedo guardarlo en mi cartera. También tengo hermanos a quienes debo hacer partícipes de esto. Lo intento. Tal vez no se trata de ir llamando a las puertas de extraños sino más bien de hablar con claridad y franqueza y testimoniar desde la verdad con aquellos que se sitúan en círculos próximos. Es a los cercanos a los que me pide el Señor que vaya… aún a costa del riesgo del rechazo doloroso.
Un abrazo fraterno
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