La rosa eres tú
Hoy escribo pensando en ti. Tú eres la rosa. Tú eres a quién cuido con mimo y a quién busco en la noche. Tú eres el sentido y la imagen viva de todo aquello por lo que quiero seguir luchando.
No siempre ha sido así. Cuando la oscuridad lo cubre todo, uno se equivoca de sendas y elige mal el camino en los cruces. Cuando la oscuridad lo convierte todo en irrespirable, uno puede hasta equivocarse de rosa. Y protege con su biombo a sombras, a espectros, a deseos, a enredos imaginarios y cautivadores. Es por eso que conviene no separarnos cuando nos envuelve lo oscuro.
La rosa eres tú. Mi rosa. Por la que me preocupo. Por la que sufro. Por la que lloro. Por la que muero.
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