Lo poseían todo en común (Hc 4, 32-37)
Me siento muy afortunado, Señor. Porque esta palabra que hoy me presentas y que cuenta cómo vivían las primeras comunidades… la siento como mía.
En mi comunidad se hace vida esto de pensar y sentir lo mismo, esto de poseer todo en común. No se trata de estar de acuerdo en cada detalle porque cada uno seguimos siéndolo pero sí se trata de experimentar un proyecto único, un sentir único desde Dios, un hacer conjunto, una comunión extraña de explicar.
Lo de poseer todo en común me llama especialmente la atención. Nosotros lo hacemos vida támbién y en los tiempos que corren no es sencillo. No tenemos ni bolsa común ni destinamos un porcentaje de nuestro sueldo a un fondo. No. Simplemente sabemos que todo es de todos y vivimos sabiendo esto. Es una maravilla. Sin hacer nada especial intentamos que tu Palabra se cumpla, intentamos demostrar al mundo que hay otra manera de vivir, que se puede…
Gracias Padre por formar parte de Betania. Gracias por tus dones. Gracias por los hermanos.
Un abrazo fraterno
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