Lo que me importa es cumplir el encargo… (Hc 20, 17-27)
Yo creo tener claro desde hace mucho tiempo que el encargo que se me ha dado es ser educador, profesor, maestro… que cada uno le llame como quiera. Encargo que no estoy sabiendo cumplir por ahora.
Es una herida abierta en mi vida. A veces me desconcierto porque no sé cómo sanarla. Lo que tengo claro es que no me imagino llegar al final de mi vida sin haber cumplido el encargo, sin haber sido aquello para lo que siento llamado… A veces siento que hablo mucho de ello pero pongo poco remedio, que me lamento pero que luego soy incapaz de perserverar y tomar opciones… No sé… He aprendido a que este tema no me escueza, no genere tensión cuando sale… Pero me niego a aceptar y a acostumbrarme, me niego a abandonar, me niego a retirarme.
Acoge Padre mi situación, mis miedos, mis fragilidades, mis incoherencias, mis intentos, mi ilusiones, mis fracasos, mi desconcierto.
Un abrazo fraterno
ya estamos con eso de que no educas… ay madre!!! cuánta vida te queda por delante… y me he dado cuenta hoy hablando con mi hermana pequeña. Resulta que lo que está haciendo no lo quiere seguir haciendo. Me ha recordado a tí con eso del tiempo… qué tendrá el dichoso tiempo ;)?
Qué tal terminó la fiesta-palmera?
besos