Lo que no me sobra (Lc 21,1-4)
No me sobra el tiempo.
No me sobran fuerzas al final del día de trabajo.
No me sobra el dinero.
No me sobra la fe en mí mismo.
No me sobra la autocrítica.
Y eso es lo que debo dar. Tiempo. Fuerzas. Dinero. Descentramiento de mí mismo.
Tiempo para dedicar a mis hijos, a mi mujer, a mi comunidad, a los compañeros que necesitan mi aliento, mi compañía, a los alumnos y alumnas que necesitan escucha.
Fuerzas para empujar al que está en un momento de debilidad, de indefensión, para cargar con el que no puede dar un paso más en su camino.
Dinero para que otros puedan aspirar a una vida como la mía, para los que han tenido la mala suerte de nacer en un lugar sin oportunidades, para los que han sufrido y se han quedado sin nada.
Y salida de mí mismo. Arriesgarme. Salir. Y jugarme la vida sin miedo, aún cuando no hay seguridades.
Un abrazo fraterno – @scasanovam
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