Los mandó por delante (Lucas 10,1-9)
No sé si hoy estoy un poco obtuso pero las lecturas del día no me han dicho demasiado. La primera de Pablo es ciertamente curiosa, el salmo como muy típico y el Evangelio demasiado manido. Intentando darle vueltas e intentar descubrir qué tenía que decirme hoy el Señor me he parado en ese matiz de «por delante».
A veces pensamos que el Señor nos envía a hacer lo que, en realidad, es Él quien lo hace. Y nos equivocamos y muchas veces nos frustamos por equivocarnos de rol y por no ver frutos de nuestra labor. Es como si, con toda la buena voluntad del mundo, quisiéramos ejercer el mismo efecto en las personas que el mismo Jesús y eso no es posible. Encontrarse con Jesús no es lo mismo que encontrarse conmigo. Que el Señor me envíe por delante implica obviamente que Él vendrá después y eso significa que nuestros tranajos son diferentes. Yo soy enviado para preparar el camino, para anunciar la llegada de Jesús, para hablar de Él, para adelantar lo que va a llegar, para ir cambiando cosas a la espera de que llegue el Cristo.
Un abrazo fraterno
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