Mi Dios y los ídolos (Salmo 113)
Precioso Salmo para distinguir esos ídolos que pueblan nuestro mundo y nuestra sociedad. Me sorprende ver la cantidad de lugares, cosas, personas, aspiraciones, sueños… que ansiamos, adoramos, deseamos… y luego, cuando las conseguimos, comprobamos que no nos dan la felicidad, que no nos hacen mejores, que no nos aportan absolutamente nada, que no sacian más que los instantes fugaces y la sed superficial. No llegan a lo profundo.
Yo tengo identificados unos cuantos en mi vida. Ídolos que me hacen perder el tiempo, que me descentran, que me sacan de lo mejor de mí y que sólo me dejan un poso de insatisfacción.
El Señor nos llama a Él, el único capaz de llegar a lo profundo y de habitarlo; el Camino, la Verdad y la Vida.
Un abrazo fraterno
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