MR 11
Las ventanillas estaban bajadas al máximo y el sol me pegaba en la cara. Tú llevabas las gafas de sol y el pelo volaba por encima de tu cabeza. Empezamos a gritar la música que sonaba en la radio. Era la primera vez que nos escapábamos del mundo y estábamos pletóricos.
– ¿Te acuerdas? – te pregunté.
– Claro que me acuerdo – me respondiste. – Mi madre nunca supo nada de aquella escapada. Y se murió sin saberlo…
– Violar las normas es necesario a veces y más con todas las que imponía tu madre… Si no nos hubiéramos fugado aquel fin de semana no sé si hoy estaríamos aquí.
Apagaste la luz y me diste las buenas noches. Yo mantuve los ojos abiertos un rato y luego decidí buscar aquella canción en el MP3. Me puse los cascos y viajé 20 años atrás. Y me dormí con una sonrisa de oreja a oreja.
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