MR 85
Sopla un viento desconocido en mi vida. No es viento del norte. No viene tampoco del sur. Refresca y, a la par, despeina. Zarandea las copas de los árboles y sacude los papeles del suelo lanzados tiempo atrás.
Paseo solo esta noche de viento desconocido. Las calles están perfiladas por la anaranjada luz tenue de las farolas. Alguna sombra se cruza en mi camino siguiendo el suyo. Una luz verde de taxi libre en el horizonte. La última ruta de un autobús que ya no trae a nadie. Yo camino sin rumbo fijo, pero sin miedo. Sin miedo.
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