No porque… sino porque… (Jn 6, 22-29)

empty_bottle2.jpg¡Qué agudo es Jesús confrontando! Siempre la palabra exacta para que uno sea consciente de cada paso que da… Hoy me llama a tomar consciencia de mi pasos de seguimiento, de mi lucha por el Reino. Incluso el seguimiento a Jesús puede enmascarar otra serie de motivaciones que, primero, conviene conocer para luego aceptar y, llegado el caso, corregir.

¿Cuáles son mis motivaciones en lo que hago? ¿Por qué doy catequesis a jóvenes? ¿Por qué vivo la fe en comunidad? ¿Por qué me casé y opté por el matrimonio? ¿Por qué sigo fiel a todas estas decisiones? ¿Por qué sigo a Jesús?

Estas preguntas fueron respondidas cada una en su momento. Pero hoy Jesús me pide un grado más de consciencia, de revisión, de purificación… Como decía Chesterton «me importa mucho menos lo que la gente hace que el porqué lo hace». Motivaciones, motivaciones, motivaciones…

Un abrazo fraterno

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