Otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras (Juan 21,15-19)
Estoy en uno de esos momentos de la vida en los que eres consciente de que muchas cosas están sucediendo pero no acabas de poner en orden todas las piezas del puzzle. Sé que algo se está construyendo, sé que habrá un antes y un después, sé que hay cosas que no volverán a ser igual y sé todo lo que yo estoy sintiendo, experimentando, creciendo, sufriendo… Es un batiburrillo de pensamientos, sensaciones, emociones que, sí, a veces me desborda.
Me desborda porque la piezas del puzzle no están en orden, porque todavía no veo si esto es un camino a algún sitio o simplemente casualidades, puntos sueltos… cosa que no creo.
Mientras, siento que el Señor está haciendo algo conmigo, algo que desconozco. Es un misterio. Uno más. ¿Por qué yo? ¿Qué saldrá de todo esto? ¿Cómo acabará? ¿Qué frutos dará? Misterio. Misterio. Misterio.
Yo, mientras, intento hacerme con todo esto. No sé si podré. No sé si es lo que tengo que hacer. Rezo y contemplo. El Espíritu está soplando…
Un abrazo fraterno
Se ve que es epoca de cambios para muchos. Animo, yo si confio en que todo pasa por algo, aunque al principio no lo veamos… dejate en manos de Él, tu mejor que nadie sabes que no te dejará caer.
Un fuerte abrazo!
DIOS ES UN MAGNÍFICO «ENCAJADOR DE BOLILLOS».
Eso es lo que pienso en momentos de niebla. Una vez fui a Almagro de pequeña y quedé fascinada con las señoras que hacían los encajes de bolillos. Me parecía increíble que, en medio de todo ese «batiburrillo» (hilos para un lado,hilos para otros, del revés, del derecho) pudiera salir una labor tan perfecta y preciosa. Por eso, amigo Santi, Dios es un profesional del encaje de bolillos.
Por otro lado, te aconsejo que reces al «Jesús de la misericordia» ha sido fiel compañero mío durante gran parte de mi vida.
¡Un abrazo fuerte!
¡La Paz!
María Castelao.