Papá, háblame de Dios en tu vida (Sal 77)
Una de las tareas que los padres creyentes tenemos por delante: la transmisión de la fe a nuestros hijos. Así lo dice, de manera muy bella, el salmo de hoy:
Que surjan y lo cuenten a sus hijos,
para que pongan en Dios su confianza
y no olviden las acciones de Dios,
sino que guarden sus mandamientos.
No se trata sólo de enseñar los mandamientos, la doctrina, ni tampoco únicamente de llevarlos a las celebraciones religiosas o contarles historias de Jesús. Todo eso es, sin duda, necesario. Pero creo que el salmo nos sugiere algo más: contar la acción de Dios en nuestras vidas para que nuestros hijos le reconozcan ya en su propia historia y sepan, como nosotros, ponerlo en el centro de sus vidas, confiar en Él y dejarse querer por Él.
Es la experiencia de Dios de los padres la que es imprescindible para los hijos, una lectura de la realidad creyente… ¡Pongámonos a ello! ¡Y empecemos a contar!
Un abrazo fraterno – @scasanovam
Reblogueó esto en Monicionista litúrgicoy comentado:
Esto es importante, lamentablemente muchos han ido relegando esta labor a los colegios católicos. Allá se aprende doctrina, se gozan de algunos chispazos de santidad pero la experiencia de fe en el Dios de Abraham y de Jesús de Nazaret se aprende en la mesa, en la cocina, en las acciones cotidianas. Una muy bella reflexión para los padres de familia.