¡Pastores! (Ezequiel 34, 1-11)
Tremendamente dura la primera lectura de hoy. El profeta Ezequiel, dando voz al Señor, carga contra los pastores que han dejado de pastorear y que han dejado a sus ovejas a expensas de las fieras y de sus desgracias.
Hoy pongo en la oración, delante del Señor, al Papa, cardenales, obispos, presbíteros, párrocos, catequistas… pastores con diferentes grados de responsabilidad. Fueron elegidos por el Señor para cuidar al rebaño encomendado, para conocer a sus ovejas, quererlas, cuidarlas, sanarlas, guiarlas… Que el Señor les dé luz y sabiduría para realizar esta misión.
Como en todo grupo humano, hay personas que realizan su misión bien y otras mal. No soy yo quién para juzgar. Dios pedirá cuentas. Pero la responsabilidad de algunos es elevada. Más allá de posicionamientos políticos y de intereses económicos o institucionales; más alla de una imagen exterior y del prestigio; más allá del poder… están las personas, el pueblo de Dios, cada hombre y mujer con nombre y apellidos. Hoy más que nunca, necesitamos pastores que sean Cristo en medio del rebaño, que se impliquen, que sean valientes, profetas, audaces, cercanos y accesibles, sencillos… que amen mucho y se preocupen con amor de madre de las almas que les han sido encomendadas.
Amén.
Un abrazo fraterno
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