Pensaban y sentían lo mismo (Hechos 4,32-37)
A veces cuando leía esto me daba la sensación de que esto de pensar y sentir lo mismo era intentar unificar e igualar aquello que, de por sí, es distinto y, en esa riqueza, rico y valioso. Y es verdad que la diversidad es buena, valiosa y digna de protección pero algo hay en estas palabras de Hechos que voy entendiendo poco a poco y que vivo día a día en mi vivencia comunitaria. Y es que pese a ser distintos y no tener todos el mismo camino hacia Dios y hacia la Verdad siento que mis hermanos de comunidad y yo cada vez pensamos y sentimos más de la misma manera porque nos vamos cultivando y confrontando juntos con la Palabra; porque vamos educando juntos el corazón; porque miramos juntos hacia los mismos horizontes; porque vamos entrelazando las vidas; porque todo es de todos y porque acaba creándose una unidad difícil ya de separar.
Es complicado explicarlo pero siento que la lectura de Hechos es un hermoso espejo donde ponerse delante para ver cómo estamos siendo testigos de la resurrección.
Un abrazo fraterno
Hace unos días Isabel me comentaba lo bien que se siente con los amigos que vienen a casa, normalmente mayores que ella y más jóvenes que Luis y yo. No se explicaba como se siente más próxima a ellos que a compañeros de trabajo de su edad.
Hablar el mismo lenguaje con palabras diferentes acerca.
Un abrazo