Perdiendo followers… (Lc 4,16-30)
Hoy en día asusta ese de perder followers o seguidores. Todo el mundo hace lo posible por sumar cada día más. Y si se tiene uno que desnudar, se desnuda. Y si tiene uno que cantar, pues canta. Y si tiene una que raparse la cabeza, pues se la rapa. El caso es que a uno le sigan a toda costa.
Jesús necesita unas clases. Se le ocurre ir un día a su tierra, a su pueblo. ¡Qué contenta estaría su madre y su familia! ¡Pues va y la lía! No se le ocurre otra cosa que decir que la Palabra de Dios se hace realidad en Él. Adiós followers. Casi lo linchan. Y porque no había twitter de aquella…
El caso es que tenemos que preguntarnos para qué es nuestra vida, qué anunciamos con ella. ¿Cómo pasamos este tiempo que se nos ha regalado? Tal vez de esa decisión depende el número de seguidores que tengamos… Pero hay veces que a mayor apuesta, y a mayor amor, mayor es el rechazo. Piénsalo y opta.
Un abrazo fuerte – @scasanovam
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