Por tu palabra, echaré las redes (Lc 5, 1-11)
Lo que hoy escucho para mi Padre en tu Palabra resuena en estas palabras de Pedro. Son palabras de fe, de confianza en aquel con el que trata. No tenía pinta Pedro de ser un pusilánime, ni temeroso ni inseguro. Posiblemente si en lugar de ser Jesús es cualquiera de sus amigos o conocidos pescadores el que le pide que vuelva a alejarse con la barca, Pedro le hubiera contestado con su característica brusquedad. Pero Pedro sabe con quién habla.
Nosotros, a veces, hacemos caso a quien no lo merece. Planteamos la vida en base a términos que nos vienen dados, a veces, por gente que ni conocemos ni nos conocen. Abrimos nuestros oidos al mundo y los cerramos ante Jesús. Hoy es un día de Palabra, no de silencio. Hoy es un día de escucha y de confianza. Hoy es un día de llevar la escucha a la práctica. En mi familia y en mi comunidad son varias las decisiones tomadas desde la escucha de tu Palabra, Señor. Hay días en que todo se complica y uno está tentado a actuar desde los parámetros y con las soluciones del mundo. Hoy vienes a recordarme que debo confiar en Ti, que tu voluntad (que lleva a las profundidades del mar y que a veces nos hace perder la referencia de la orilla) siempre acaba en abundante recompensa.
Ojalá Padre, como Pedro, me repita cada mañana «Por tu palabra, echaré las redes».
Un abrazo fraterno
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